País Vasco
Rubalcaba hace una exhibición de fortaleza interna ante el 20-N
FICHALUGAR: FYCMA (MÁLAGA)ASISTENCIA: 7.000 personas.PARTICIPANTES: Elena Valenciano, Eduardo Madina, Patxi López, vídeo de Alfonso Guerra, Susana Díaz, José Antonio Griñán, video de Felipe González, María González, Zapatero y Rubalcaba.
ALMERÍA/MÁLAGA- Rubalcaba canta; Griñán, baila; Zapatero, tararea; Patxi López da palmas; Eduardo Madina, jalea y Elena Valenciano, dirige la orquesta.... Todos se mueven al ritmo de «Hoy puede ser un gran día», aunque haya serias dudas de que pueda serlo el próximo domingo. Málaga vibra como no lo había hecho antes ninguna otra provincia por la que ha pasado el candidato en esta campaña. Rubalcaba hace hoy la mayor exhibición de fortaleza interna que se haya visto, y reúne en torno a él al pasado, al presente y al futuro del PSOE.
Todo esfuerzo es poco, tal y como pintan los sondeos, y echan el resto. Algunos han criticado que haya reconvertido el único acto que tenía previsto con Zapatero en un desfile de socialistas de todas las generaciones del socialismo. Pero ha sido un éxito. La militancia se vuelca, mucho más después de saber que en Antequera el candidato se ha visto obligado a suspender uno de sus mítines en ruta porque el PP, sostienen, ha puesto todos los palos que ha podido en la rueda.
Esto es una apoteosis de banderas, de afectos, de sentimientos y reencuentros. Todos están con Rubalcaba ante el 20-N. Los de ayer –Guerra y González–, que envían mensajes grabados que se proyectan; los de de hoy –Zapatero Griñán, Valenciano, Trinidad Jiménez– y los de mañana –Patxi López y Eduardo Madina–. Y a todos Málaga los recibe con afecto. A Madina, cuando clama contra «Mariano I de España, el dormilón que quiere acabar con la sanidad y la educación»; a Patxi López, cuando grita que los socialistas «hemos roto la última mordaza que tenían nuestras voces»; a Griñán, a Guerra, a González y a todo el que participa en este acto de reafirmación de los principios y valores socialistas. Pero si en algún momento el pabellón se deja las palmas en el recibimiento es cuando sube al atril el aún presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero: «Pero qué guapo eres, hijo», se escucha entre un público absolutamente entregado a la causa.
Zapatero, como todos los anteriores, reinvidica la historia del socialismo y hace especial énfasis en la defensa de unas siglas que han puesto por encima de todo a España, que «tiene un profundo sentimiento patriótico, esté en el gobierno o esté en la oposición». Lo dice de otro modo: «Un partido profundamente comprometido con el interés de España y que es capaz por él de sacrificarse». Este es probablemente su último mitin como presidente del Gobierno, y quizá como secretario general del PSOE, y se deshace en el elogio hacia Rubalcaba, pero también hacia López y Madina por su defensa de la libertad en el País Vasco.
Hace una pausa y solemniza: «Ahora os hablo como presidente del Gobierno y os digo que nada hubiera sido posible en Euskadi sin el coraje y la tenacidad de Alfredo Pérez Rubalcaba».
El candidato toma el testigo y hace una intervención más de emociones que de programas, y como Zapatero invoca la historia del PSOE y su «patriotismo» para pedir el voto. Y antes de llamar para frenar a la derecha, corresponde a Zapatero en el elogio por haber puesto «por encima de sus intereses, los suyos y los del partido, el interés de España». Todo la intervención, todas sus palabras se convierten en una exhibición de «patriotismo».Todo por y para España. Y es que en Almería ya había desplegado el resto del argumentario, con un nuevo añadido: el aviso de que la fragamentación de la izquierda, debilitará los derechos de los trabajadores y el Estado del Bienestar. «Votar al PSOE –dice– es la única forma de evitar que el PP aproveche la coartada de la crisis para recortar prestaciones».
e-lectores
El anuncio
Rubalcaba propone exigir al BCE que «eche una mano» a los países con problemas de financiación de su deuda.
El veredicto
Andrea Bartolomé
Profesión: Diseñadora Edad: 29
«Creo que, además de pedir ayudas, lo primero es tomar medidas internas para acabar con los 5 millones de parados».
Pilar G. Gonzalo
Profesión: Arquitecto
Edad: 30
«Rubalcaba debería haber hecho una política económica preventiva, no habríamos necesitado pedir ayuda exterior porque no podamos asumir nuestra deuda».
✕
Accede a tu cuenta para comentar