Bruselas

El FMI cree que España crecerá la mitad de lo que prevé el Gobierno

Recorta al 1,1% el incremento del PIB para el año próximo, frente al 2,3% de Economía.

El FMI rebaja al 1,1 % el crecimiento para España en 2012
El FMI rebaja al 1,1 % el crecimiento para España en 2012larazon

Hay una frontera que, a decir de los expertos, la economía española debe rebasar para crear empleo: el 2% de crecimiento. Si no alcanza esta velocidad de crucero, resulta imposible que la tasa de desempleo se reduzca de forma notable. El Gobierno espera alcanzarla el año que viene. Según sus previsiones, el PIB español crecerá en 2012 un 2,3%. Sin embargo, el FMI tiene más que claro que el próximo no será el año del empleo en España. El fondo, en su informe «Perspectivas de Crecimiento Mundial», revisó ayer a la baja el avance de la economía española y lo dejó en un 1,1% para 2012, cinco décimas menos que en su proyección de junio. En 2011 será del 0,8%.

El avance resulta a todas luces insuficiente para atajar el grave problema de desempleo español. De hecho, la previsión del FMI es que 2012 se cierre con una tasa de paro del 19,7%, frente al 20,7% previsto para 2011, muy por encima de la media de la eurozona.

El exceso de optimismo del Ejecutivo al realizar sus previsiones induce a pensar al FMI que también será muy complicado que España cumpla con sus objetivos de déficit. Aunque para este año prevé que cerrará en el 6,1%, para 2013 cree que será del 4,4%, muy lejos del 3% que le exige Bruselas. Como destacó Paolo Mauro, miembro del departamento de Asuntos Fiscales del FMI, si se cumpliesen las previsiones de crecimiento del Gobierno, se podría cumplir el objetivo último sin más ajustes. Pero como no parece muy factible, es muy probable que España necesite implementar nuevas medidas de ajuste para cumplir con sus objetivos de déficit a largo plazo, según informa Europa Press.

Menos preocupación suscita en la institución la presión de los mercados sobre la deuda española. En su opinión, en el corto plazo, la subida de tipos es «manejable», con un impacto inferior al 0,2 por ciento, debido a que el vencimiento de la deuda tiene un plazo relativamente largo.

Frenazo mundial
El parón que registrará la economía española está en sintonía con el que registrará el resto de países avanzados. Aunque el FMI no habla de una nueva recesión, sí advierte de que la economía mundial está «en una nueva fase peligrosa» dado el retraso que está acumulando la reactivación del consumo en EE UU, los graves trastornos financieros que atraviesa la zona euro y la venta masiva de activos de riesgo. «Los problemas estructurales que afrontan las economías avanzadas golpeadas por la crisis han resultado inesperadamente difíciles de corregir, y el proceso de elaborar y ejecutar las reformas, aún más complicado», dice el informe.

La combinación de este conjunto de factores hará que el PIB mundial crezca un 4% en 2012, frente al 5% de 2010, lastrado en gran medida por el «anémico» crecimiento de los países desarrollados, que avanzarán un 1,5% este año y un 2% el que viene.

El principal freno viene del otro lado del Atlántico. Estados Unidos sólo crecerá un 1,8% el año próximo, nueve décimas menos que en la previsión de junio, lo que dificulta sobremanera la recuperación mundial. Y la cosa podría ir a peor, pues, como advierte el fondo, existe el riesgo de que se apliquen recortes fiscales «apresurados» que debiliten más las perspectivas de crecimiento sin las reformas necesarias.


Luz verde en la UE a la norma contra el déficit
Casi un año después del inicio de los trabajos, y tras meses de divergencia entre el Parlamento Europeo y los ejecutivos de los Veintisiete, la UE consiguió cerrar ayer uno de sus frentes más complicados para evitar crisis futuras, el macropaquete legislativo para reforzar la coordinación de las políticas económicas de la UE, la llamada gobernanza económica. Con el acuerdo de ayer, la UE cuenta con «una poderosa arma, una carente hasta ahora, para evitar caer en la trampa de la deuda insostenible», destacó el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso (en la imagen). La principal novedad es que, como pedían los eurodiputados, se introducirán sanciones más automáticas, que podrán terminar en multas, de manera preventiva, para aquellos países que no escuchen las recomendaciones de Bruselas en sus planes fiscales a medio plazo, según informa Jorge Valero.