Conflictos laborales

Los controladores a la espera de Pimentel

Nadie, ni AENA ni los controladores aéreos, deseaba la presencia de un árbitro en las conversaciones que mantienen para negociar el convenio de este colectivo que cierre de una vez por todas el enfrentamiento que mantienen desde hace más de un año. La primera, porque preferiría cerrar un convenio con los controladores de forma consensuada por entender que sería más duradero.

Desde el principal sindicato de los controladores, USCA, se asume que «llegará el árbitro» para resolver el conflicto con AENA
Desde el principal sindicato de los controladores, USCA, se asume que «llegará el árbitro» para resolver el conflicto con AENAlarazon

Y los segundos, porque entendían que si al mediador lo designaba, como es preceptivo en estos casos, la Administración, sería contraria a sus intereses. Pero unos y otros, conscientes de las dificultades para cerrar un pacto por la estricta vía de la negociación bilateral, aceptaron en diciembre –y después lo ratificaron el 10 de enero– la búsqueda de un árbitro de forma consensuada. El elegido fue Manuel Pimentel, ex ministro de Trabajo con José María Aznar. Según lo acordado, si antes de que termine hoy lunes ambas partes no han alcanzado un acuerdo, deberán entregar a Pimentel un documento con los puntos sobre los que no hay acuerdo, para que éste dicte un laudo de obligado cumplimiento por ambas partes antes de que acabe febrero.

Y todo apunta, como señalan desde el principal sindicato de los controladores, la USCA, a que «llegará el árbitro». Después de un mes y medio de intensas conversaciones, todavía hay desacuerdos en cuestiones laborales, asegura el sindicato. La jornada laboral anual –1.670 horas– y la masa salarial –480 millones de euros–, no se han puesto sobre la mesa, dice USCA, porque ya fueron acordados en agosto. No obstante, el propio presidente de AENA aseguró hace diez días que uno de los «flecos» que había pendientes era el reparto de la misma, pues el gestor aeroportuario quería que una parte se pagase en función de la productividad.

Así las cosas, y aunque fuentes de AENA aseguraban que se iban a apurar las negociaciones el fin de semana para avanzar todo lo posible, la intervención de Pimentel es finalmente inevitable puesto que no se llegó a ningún acuerdo.