Elecciones municipales
Quince Ciutadans se fugan al PP de Sánchez-Camacho
Sánchez-Camacho ensalza al PP como «la casa común de la libertad», tras abrir la puerta a C's.
Barcelona- Si Artur Mas tiene la «Casa gran del catalanisme» y José Montilla el proyecto «Catalunya causa comuna», Alicia Sánchez-Camacho cuenta con la «Casa común de la libertad», nombre con el que desde ayer también se conoce al PP. Mientras que a la «casa» de Mas están invitados todos los catalanistas y en el proyecto de Montilla los progresistas, el PP abre las puertas a todos los ciudadanos que quieran una Cataluña libre y plural, que «no se avergüenza de los lazos que nos unen con España». Personas como Esperanza García, que fue cabeza de lista de Ciutadans (C's) en Barcelona en 2007, y otros quince ex miembros del partido que lidera Albert Rivera, que ayer se incorporaron a las filas del PP de Alicia Sánchez-Camacho.
En un acto en el centro cívico de la Vil·la Florida, en Barcelona, la candidata del PP a la Presidencia de la Generalitat y el presidente del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, dieron la bienvenida al grupo de ex militantes de Ciutadans.
Esperanza García, que habló en nombre de los nuevos afiliados, explicó por qué han cambiado un proyecto por otro. Tras subrayar que, en ningún caso, reniega de su pasado político, alegó que abandona «un partido marginal» por «un partido político con un programa serio».
Esperanza García conmovió a Sánchez-Camacho y Fernández cuando recordó que se emocionó hace poco con un discurso de Mariano Rajoy en el que se postuló en contra de la política lingüística del tripartito o con la «generosidad» del PP del País Vasco al pactar con los socialistas vascos.
La ex líder de Ciutadans reprochó a Mas que en su «Casa gran del catalanisme», por mucho que se empeñe CiU, «no cabemos todos». «No cabemos los ciudadanos que no somos nacionalistas, que queremos seguir siendo españoles y vivir en libertad», aseguró.
El PP recoge el guante
Sánchez-Camacho recogió el guante que le lanzó García. Postuló al PP como «el partido que aglutina el sentido común». Rebautizó el proyecto popular como «la casa común de la libertad» y se mostró más que orgullosa de formar parte de un partido capaz de defender la Cataluña real –«que habla catalán y castellano», apostilló Fernández–.
La candidata del PP a la Presidencia de la Generalitat de Cataluña aseguró que si son decisivos tras la elecciones autonómicas, pondrán punto y final a las multas lingüísticas, derogarán la ley del cine y respetarán que los padres puedan elegir la lengua en la que educar a sus hijos. Sánchez-Camacho insistió en la trascendencia de la próxima cita electoral. Recordó que un buen resultado para el PP en Cataluña abrirá las puertas de la Moncloa a Mariano Rajoy, «el único presidente capaz de vertebrar los lazos que unen a España».
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