Comunidad de Madrid

Antibiótico

La Razón
La RazónLa Razón

El pasado martes, en el programa de Telemadrid «El Círculo», Jaime Lissavetzky se definió como un «antibiótico de amplio espectro», porque sirve para todo. De entrada, es químico de carrera. En política fue consejero de Educación, Cultura y Deporte de la Comunidad de Madrid, secretario general de la Federación Socialista Madrileña, senador y diputado nacional. Actualmente es secretario de Estado para el Deporte y candidato socialista al Ayuntamiento de la capital.
En su fuero interno sigue siendo frustrado favorito para ocupar la cartera ministerial del Deporte, que ahora tiene cogida bajo el brazo, y no la suelta, Rodríguez Zapatero. Si repasamos su trayectoria política resulta cierto que es un «antibiótico de amplio espectro». En su primera etapa de consejero de Educación fue una especie de vacuna para la gripe de la educación privada; intentó ser bálsamo para apostemas y heridas ulceradas por las fricciones entre familias en el socialismo madrileño; actuó como fármaco eficaz contra la picadura de la mosca tsé-tsé en los escaños de Congreso y Senado; en la actualidad actúa contra los microbios independentistas que quieren infectar el deporte nacional y como candidato a quitarle el puesto de alcalde a Gallardón, intenta actuar como antibiótico rotundo para combatir la neumonía financiera que sufre el Ayuntamiento de Madrid. Ya lo saben, el mejor antibiótico: Lissavetzky, sólo se despacha con receta firmada por el doctor Zapatero, que pasa consulta pública en Moncloa, y privada, algunas tardes, en Ferraz.