Aragón

Las rebajas y «La Roja» alivian el copago por José Clemente

La Razón
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Ese principio que no es universal aunque debiera serlo de quien más tenga que más pague acaba de aplicarse en España con la entrada en vigor del copago farmacéutico, por el que los ciudadanos tendrán que pagar por los medicamentos prescritos por su médico. No existe ningún país de Unión Europea (UE) que no tenga implantado el copago, que busca entre otras cosas el buen uso de los fármacos, aplicar medidas que abran puertas a nuevas políticas de ahorro, evitar las farmacias particulares en cada uno de los domicilios españoles o la acumulación de los medicamentos que acaban directamente en la basura cuando se cumple su periodo de caducidad. Y hablaba de ese principio de que pague más quien más tenga porque no todos los ciudadanos se verán afectados de igual manera en la aplicación de esa tasa, como por ejemplo ocurre con los jubilados con pensiones no contributivas, los parados de larga duración, los desempleados que no cobren el subsidio de paro y las familias en las que los dos cónyuges se encuentren sin trabajo alguno, casos todos ellos que les exime del pago de esa tasa. La ley contempla, además, muchos otros supuestos y diferentes categorías para que el copago no asfixie aún más a las ya de por sí debilitadas economías domésticas, aunque esa sensibilidad legislativa no sea valorada por todos del mismo modo. Por eso, el Real Decreto Ley 16/2012 que obliga a la implantación del copago el mismo día a todas las comunidades autónomas se ha visto obligado a dar libertad a los gobiernos regionales para definir el modelo de su aplicación y desarrollo, al tiempo que la ministra de Sanidad, Ana Mato, convocaba varias reuniones del Consejo Interterritorial de Salud con el fin de unificar criterios en la puesta en marcha del copago. La descoordinación y el caos no podían estar contemplados ni siquiera como la más elemental casuística. Eso sí, cada comunidad autónoma aprovechó esa libertad dada para ingeniárselas en el momento de aplicar la medida, desde desconectando el fin de semana todo el sistema informático para llegar a hoy lunes, como hizo Andalucía; diseñar las recetas por colores para distinguirlas, como ocurrió en Aragón; o recurrir a una moratoria de 90 días, como es el caso de Baleares. Otros casos distintos son los de Cataluña, que aplica un euro a todas las recetas, o el País Vasco, que se declara insumiso porque la sanidad es universalmente gratuita.
Otra cosa bien distinta son los niveles que definen ese copago en función de las rentas personales de cada usuario, y es aquí donde el Gobierno acierta, pues paga más quien más tiene, paga menos quien menos tiene y no paga nada quien nada tiene en relación a los ingresos. Aún así, sabido es que los pensionistas con renta pagarán el mínimo del 10 por ciento, los trabajadores en activo con ingresos inferiores a los 18.000 euros pagarán el 40 por ciento y los de mayor cuantía entre el 50 y el 60 por ciento si superan el listón de los cien mil euros como renta. En Murcia, la aplicación del copago se llevó con total normalidad, con las lógicas dudas, sobre todo en los Servicios de Urgencia, de extender recetas que hoy tendrán que ser actualizadas por el médico de cabecera, o en los casos de entregar los medicamentos hacerlo en función de las tomas prescritas y con la obligación de acudir hoy al médico. Menos mal que las rebajas y la selección española nos aliviaron el día.