Suspenso en política sanitaria por Sergio ALONSO

Elena Salgado, Bernat Soria, Trinidad Jiménez... Tres ministros, decenas de altos cargos, cientos de anuncios, numerosos decretos, algún que otro globo-sonda, más de una cortina de humo y una nota final: suspenso rotundo. Seis años después, el balance sanitario del PSOE al frente del Gobierno sólo puede calificarse de «aterrador», como reconocen incluso hasta los históricos de esta formación.

Los datos contradicen la visión idílica que prodigan algunos lugartenientes de la hoy titular sanitaria, para quienes la crisis económica «no tiene consecuencias en el funcionamiento del Sistema Nacional de Salud». ¡Ver para creer! A día de hoy, la situación es la siguiente:

1) La Sanidad está infrafinanciada y se encuentra en bancarrota. Tras el verano, muchos consejeros no tendrán dinero para pagar nóminas. Ni siquiera con créditos bancarios.

2) Los sanitarios viven la peor situación de su historia: las autonomías han congelado los contratos y el Gobierno va a minimizar su ya precario salario: los médicos cobrarán un 7% menos, y las enfermeras un 5,5%.

3) Los laboratorios se plantean salir de España y suprimir 5.000 empleos directos. Además, los recortes ahuyentan la I+D.

4) 7.500 farmacias corren serio riesgo de echar el cierre por el tijeretazo.

5) El sistema Muface, que tanto ha ayudado a descongestionar el modelo público, vive el peor momento de su historia y las empresas de seguros lo abandonan.

6) Los proveedores cobran con más de 600 días de retraso y encima son esquilmados a traición.

7) El tijeretazo ha dejado en evidencia que el Ministerio de Sanidad no pinta nada y que aquí la que manda realmente es Elena Salgado: la vicepresidenta económica ha desautorizado con sus medidas a los altos cargos de Sanidad, que sólo han podido mitigar el impacto inicial del recorte. Nada más.