Islas Canarias
Canarias más que sol y playa
Cinco son los paradores que invitan a los viajeros a visitar las Islas Canarias. Todos ellos son el destino idóneo para disfrutar de unos días en plena naturaleza, practicar senderismo o relajarse en un spa
El archipiélago de la «eterna primavera» por su clima soleado ofrece enormes contrastes y gran variedad en sus distintas zonas. Las Islas Canarias, situadas a un par de horas de la Península, cuentan con una variada oferta hotelera de calidad; fiel reflejo de ello es la red de Paradores. El recorrido propuesto por la cadena pública incluye parajes naturales de gran interés, desde la alta montaña, con el Parador de Cañadas del Teide, hasta el parador más cercano al mar, el Hierro, pasando por el Parador de Cruz de Tejeda.
Variedad en paradores
El parador situado en el cráter natural de Las Cañadas del Teide, a más de dos mil metros sobre el nivel del mar, invita al huésped a contemplar impresionantes panorámicas sobre el cono del Teide, la caldera de Chaorra y la Montaña Blanca. Durante todos los viernes del año este alojamiento ofrece a sus clientes una actividad que bajo el nombre de «Estrellas al alcance de la mano», en régimen de alojamiento y desayuno, incluye una charla de astronomía y la posibilidad de observar el firmamento.
En el caso del Parador de la Isla de La Palma , ubicado en una zona de gran riqueza paisajística, destacan las balconadas de madera sobre su amplio jardín, en el que se sitúa la piscina. Las habitaciones diseñadas con criterios modernos, hacen de la instalación un auténtico centro de relax y descanso.
En la isla de la Gomera se encuentra el parador recientemente inaugurado. Su interior está repleto de alusiones marinas e instrumentos de navegación en recuerdo de las naves colombinas. Otro de los grandes atractivos de este establecimiento es el gran jardín que lo rodea, abundante de especies endémicas y subtropicales, donde destaca la piscina climatizada.
En el borde del mar se alza el parador del Hiero, un lugar paradisíaco donde se unen el mar y la volcánica montaña. Sus confortables habitaciones se asoman al océano ofreciendo a los visitantes unas magníficas vistas.
Por su parte, el parador Cruz de Tejeda es el rincón idóneo para practicar senderismo, pues es punto de encuentro de la mayoría de los antiguos caminos reales. Tras una completa remodelación, presume de magníficas vistas y un completo spa con los servicios más modernos.
El broche de oro llega con la tradición gastronómica de la zona puede disfrutarse en cada uno de los paradores. Una cocina exótica que utiliza salsas autóctonas como el mojo o el almagrote, para acompañar con platos como el gofio, las papas arrugás, el sachoco... y brindar con malvasía y ron de caña. En definitiva, un recorrido cargado de historia, que permite disfrutar de manera diferente la oferta de sol y playa en la Costa de Canarias.
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