España se rebela contra Estrasburgo y no libera a la etarra Del Río

MADRID- La sentencia no pudo ser más inoportuna. El día que se cumplían quince años del secuestro y posterior asesinato de Miguel Ángel Blanco, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) exigió al Gobierno la liberación de la etarra Inés de Río por considerar «irregular» que continúe en la cárcel en aplicación de la «doctrina Parot». El mismo tribunal también condena a España a pagar una indemnización de 30.000 euros a la etarra, condenada a 3.828 años de prisión por 23 asesinatos, en concepto de «daños morales», más 1.500 euros para sufragar las «costas procesales».

El ministro del Interior, Jorge Fernández, llegó a la clausura en Madrid de la Conferencia Internacional sobre las Víctimas del Terrorismo visiblemente contrariado. Nada más entrar al edificio, Fernández declaró con firmeza a los periodistas que «no vamos a aplicar la sentencia porque, sin lugar a dudas, se fugaría». Fernández Díaz explicó que la Abogacía del Estado solicitará la suspensión de la ejecución de la sentencia alegando que sería «irreparable» el «perjuicio que ocasionaría su puesta en libertad» desde la prisión de Teixeiro en la que está internada. El ministro del Interior no consideró vinculante en ningún caso la decisión del tribunal con sede en Estrasburgo y aseguró que la sentencia será recurrida. Sobre la multa impuesta al Gobierno, el ministro del Interior señaló que le será descontado a la etarra de la cantidad que debe a las víctimas en concepto de indemnización y responsabilidad civil.

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, aseguró desde Santiago de Compostela que el recurso del Gobierno se producirá de forma inmediata ante la Gran Sala y no apurará los tres meses que están contemplados en el procedimiento. El Gobierno no considera en ningún caso que el dictamen de Estrasburgo sea un varapalo a la «doctrina Parot», instaurada por el Tribunal Supremo en marzo de 2006 para evitar la excarcelación de sanguinarios etarras que estaban a punto de salir de prisión gracias a los beneficios penitenciarios contemplados por el Código Penal de 1973 y ya derogados. La citada doctrina obliga a descontar los beneficios penitenciarios del total de las penas y no del máximo de cumplimiento efectivo,
Ruiz-Gallardón insistió en que la condena europea a España «es provisional y no definitiva» y afecta «única y exclusivamente a una persona». «Cuando el Tribunal Constitucional estudió la ‘‘doctrina Parot'' hizo algo muy valioso, que es decir que cada caso concreto tenía que ser valorado en sí mismo», dijo el titular de Justicia tras reunirse con el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo.

En la misma línea se manifestaron otros miembros del PP. El portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Alfonso Alonso, y el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, declararon asimismo que el fallo de la corte europea «no juzga el contenido» de la «doctrina Parot» y que no se pueden hacer «extrapolaciones» a otros casos. Basagoiti manifestó que su respuesta es «de respeto, de no compartir y de exprimir las vías legales que haya para que no se produzca su excarcelación».

Por su parte, el PNV «celebró» la exigencia del tribunal porque puede contribuir a que el Gobierno y la Justicia «den el paso» de suprimir la doctrina. El PSOE, en cambio, mostró «respeto» por la conclusión del TEDH y evitó entrar en mayores honduras. El fallo emitido ayer por los ocho magistrados que integran el TEDH, entre los que se encuentra el español y ex secretario de Estado de Justicia Luis López Guerra, es el primero de esta naturaleza sobre la doctrina del Supremo. La Audiencia Nacional ha aplicado la misma jurisprudencia a un total de 87 etarras.

Tres mil años por 23 asesinatos
Inés del Río está condenada a tres mil años de cárcel por el asesinato de 23 personas, la mayoría de ellos guardias civiles, cuando pertenecía al «comando Madrid» como «legal liberada» (estaba a sueldo de ETA pero hacía vida aparentemente normal para buscar infraestructura). De la célula formaban parte también Antonio Troitiño, recientemente detenido en Londres, e Ignacio de Juana Chaos, en ignorado paradero.