Un sobresalto para la paz

El anuncio del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, de que será intervenido quirúrgicamente por un cáncer de próstata llega en un momento crucial de su mandato: a dos semanas de que su Gobierno comience las negociaciones con las FARC. «Tengo 61 [años] y he venido haciéndome todos los exámenes que me recomiendan los médicos y en el último año se mostró un incremento anormal en el antígeno prostático», explicó Santos, quien podría ser intervenido hoy. La operación, que se llevará a cabo en una clínica bogotana, solamente requerirá de anestesia local, por lo que el mandatario continuará ejerciendo sin interrupciones sus funciones de jefe de Estado. Sus doctores calculan que las posibilidades de que quede completamente curado son del 97%, según explicó el propio Santos. De hecho, ayer mantuvo su agenda y viajó a Perú para asistir a la III Cumbre de América del Sur y Países Árabes.
Y aunque nada parece indicar que la intervención quirúrgica vaya a afectar a las anunciadas conversaciones de paz con la guerrilla de las FARC, la cercanía de una cita tan importante para el país y toda Iberoamérica hace inevitable analizar la evolución de las negociaciones de paz.

Pese a que el retraso de su comienzo, previsto para el día 8, no ha sido confirmado de manera oficial, no parece tener nada que ver con el estado de salud del mandatario. Varias fuentes «cercanas a las negociaciones» aseguraron a LA RAZÓN que la instalación de la mesa de negociaciones en Oslo se producirá el 15 de octubre, una semana más tarde de lo previsto incialmente, por «problemas logísticos», derivados sobre todo de retrasos en la suspensión de las órdenes de captura internacionales que aún penden sobre los delegados de la guerrilla. El mayor problema, por tanto, reside en la lista de negociadores presentada por las FARC, compuesta por narcoterroristas buscados internacionalmente, la mayoría de ellos con las manos manchadas de sangre. La narcoguerrilla ha escogido a su «dream team» de asesinos para sentarse a la mesa.

De esta manera, la banda armada ha anunciado que estará representada en las conversaciones, que tras Oslo se trasladarán a La Habana, por diez guerrilleros, cinco «plenipotenciarios» y cinco «simples». Según pudo confirmar este diario, una avanzadilla podría comenzar el proceso. Más tarde, Iván Márquez, ex congresista de la UP que decidió volver a las armas cuando empezó el exterminio de ese grupo político por parte de agentes de extrema derecha, se uniría al resto de los negociadores en La Habana. Su presencia y la de Simón Trinidad simbolizan el ala negociadora y política de la guerrilla. Para el caso de Trinidad, aún se estudian fórmulas que garanticen su participación en los diálogos. La primera, y la más difícil jurídicamente, es que EE UU acceda a dejarlo salir de prisión. La segunda, que participe mediante videoconferencias. En una primera ronda los que podrían sustituirlos son dos guerrilleros de perfil más bajo, Jesús Santrich y Rubén Zamora.

La estrategia diseñada por las FARC para nombrar a sus negociadores, una de sus habituales artimañas, está surtiendo efecto. Aunque en un primer lugar Santos no aceptó la lista, ayer el Gobierno colombiano dio el primer paso para suspender las órdenes de captura contra los integrantes de las FARC que ejercerán de portavoces.

Una larga lista de presidentes enfermos
Con el anuncio de su enfermedad, Santos se suma a la lista de líderes iberoamericanos que han padecido graves problemas de salud los últimos tres años. Cristina Fernández anunció que padecía un carcinoma papilar en el lóbulo derecho, un cáncer que afecta a las tiroides, el 27 de diciembre del 2011. Fue operada el 4 de enero y se le hizo una «tiroidectomía total», es decir, se le extirpó la glándula tiroidea completa y fue descartado cualquier cuadro cancerígeno. Al ex presidente paraguayo Fernando Lugo le diagnosticaron en agosto de 2010 un linfoma no-Hodgkin, un cáncer que se origina en el sistema linfático. A principios de este año dijo que la enfermedad estaba en remisión. A pesar de las conjeturas, 16 meses después de anunciar que le habían extraído un tumor y que se trataba de un cáncer, Hugo Chávez está en la recta final de su tercera campaña electoral. El ex presidente Lula ya está recuperado de su cáncer, aunque continúa en tratamiento. A la actual presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se le diagnosticó un linfoma en 2009, pero al asumir su cargo ya se encontraba curada.