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Prohibido llamarse «Hijoputa»
MADRID- Una sentencia del Tribunal General de la Unión Europea frustró ayer los planes de expansión de una empresa familiar dedicada a la distribución de vinos y productos alimenticios. La institución considera que el nombre de la marca puede resultar «ofensivo» para los consumidores hispanohablantes: «Hijoputa». Con ese nombre se comercializa desde 2002 en España esta marca de orujo, aunque las autoridades españolas también rechazaron registrarla. Para evitar el plagio, la empresa consiguió registrar la etiqueta de la botella con la palabra «Hijotuta», muy similar al nombre con el se comercializa.
Según contó a LA RAZÓN el gerente de la empresa afectada, Federico Cortés del Valle, ya se habían hecho acuerdos para exportar las botellas con países europeos y América Latina, y éstos se han visto truncados por la decisión de este tribunal, pues «exportar sin ser dueño de la marca puede traer muchos problemas, y no queremos trabajar en balde». Cortés del Valle defendió que, en este caso, esta expresión es de «aclamación y entusiasmo», pues va acompañada de la frase «Qué buenu ye», que utilizan los cántabros «cuando algo les gusta mucho». «Los mejores jueces para decidir si el nombre es soez o no son los clientes, y, por la gran difusión que ha tenido el producto, es obvio que les gusta».
Esta es la opinión del empresario. Sin embargo, según la sentencia, el consumidor medio percibirá la expresión «como gravemente ofensiva y por ende moralmente reprochable», aunque reconoce que podría percibirse «con una connotación jocosa o cariñosa», pero no en su representación escrita, «sin tono ni gesto». Por ello, el Tribunal denegó el registro de la marca y condenó en costas a Cortés del Valle, que no sabe todavía qué cantidad tendrá que pagar. El representante de la marca dijo que estudiarán la sentencia en profundidad para plantear un posible recurso. La empresa, que vende unas 3.000 botellas al mes, ya tuvo que cambiar la marca del pacharán que distribuía con el nombre «De puta madre» y que ahora se llama también «Hijoputa».
Sin azúcares añadidos
Definitivamente, la Unión Europea prohíbe el uso de azúcares añadidos en los zumos de fruta. Los Veintisiete aprobaron ayer el acuerdo cerrado el pasado diciembre que, además, regula el etiquetado de estas bebidas para que sea más claro, de forma que se diferencien los zumos exprimidos, los concentrados y los néctares. También se deberá aclarar si la bebida contiene más de una fruta en su composición. Los miembros tienen un año y medio para adaptar la legislación.
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