Barcelona
Cataluña destinará 142 millones a la interrupción de 65000 embarazos
En pleno debate sobre el futuro de la sanidad catalana, la Generalitat entregará 14,2 millones de euros a dos clínicas para la realización de 65.000 abortos.
Las beneficiarias son las clínicas concertadas d'Ara-Agrupació Tutor Mèdica y el Centro Casanovas de Ginecología y Planificación Familiar, ambas situadas en Barcelona y que ya formaban parte del listado de clínicas acreditadas para realizar interrupciones del embarazo y fueron las únicas en presentarse al concurso público fallado en julio por el director del Servei Català de la Salut, Josep Maria Padrosa. Se da la circunstancia de que el centro Casanovas sólo realizará interrupciones hasta las 15 semanas, una más de las 14 estipuladas por la Ley para el aborto libre. Las intervenciones más complicadas se derivarán a los hospitales de referencia.
Esta subvención permitirá que dentro de tres semanas, las mujeres que pretendan abortar ya no tengan que adelantar el dinero de la intervención y realizar la posterior reclamación al servicio de salud regional. Los centros contratados prevén realizar hasta 1.068 abortos al mes, 148 el centro Casanovas de Ginecología y Planificación Familiar y 920 la clínica d'Ara-Agrupació Tutor Mèdica. Al año, ambos adjudicatarios sumarán 13.000 interrupciones, por lo que en los cinco años de concierto se financiarán 65.000 abortos. El precio de éstos varía según la semana en que se produzca y, de hecho, los centros desglosaron en su propuesta a la Generalitat cuántos iban a realizar dependiendo del estado de la gestación. Así, el aborto más barato cuesta 260 euros en la clínica d'Ara-Agrupació Tutor Mèdica siempre y cuando se lleve a cabo antes de las 12 semanas de embarazo. En el otro lado del cuadro de precios se encuentra la interrupción entre las 20 y 22 semanas, que cuesta 1.300 euros y que también ofrece la clínica d'Ara.
Esta decisión se enmarca dentro de un periodo de transición en la sanidad pública catalana, en la que ya se han ido produciendo recortes en hospitales y centros de salud, con cierres de quirófanos y de camas hospitalarias. Después de las próximas elecciones generales se producirán los ajustes más drásticos, con la supresión de 10.000 empleos y la reducción del presupuesto de los hospitales de entre un 8 y un 16 por ciento para lograr una rebaja en los presupuestos anuales de 1.000 millones.
Otro de los efectos colaterales de la falta de financiación será el aumento de las listas de espera, que podría dilatarse más allá de los nueve meses.
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