Nueva York
Los planes para una mezquita en la Zona Cero irritan a víctimas del 11-S
Los planes de construir una mezquita cerca de la Zona Cero de Nueva York han abierto un debate entre las víctimas del atentado del 11 de septiembre de 2001. El proyecto fue presentado esta semana por dos organizaciones musulmanas a un panel de la Junta de la Comunidad, que dio su aprobación, según la CNN.
Las organizaciones promotoras del proyecto, la American Society for Muslim Advancement y la Cordoba Initiative, trabajan para mejorar las relaciones de los musulmanes con Occidente. Estas consultaron a la Junta de la Comunidad del Bajo Manhattan voluntariamente, ya que no requerían su aprobación. Los 12 miembros de la Junta que participaron en la reunión votaron por unanimidad a favor del proyecto, que consiste en un edificio de 15 plantas que, además de la mezquita, acogería un centro cultural, un gimnasio, una piscina y otros espacios públicos. La directora ejecutiva de la American Society for Muslim Advancement, Daisy Khan, describió la iniciativa como un centro dirigido por musulmanes pero al servicio de toda la comunidad. "Tendrá un verdadero ambiente de comunidad, para celebrar el pluralismo en Estados Unidos, así como en la religión islámica", dijo. "También servirá como una plataforma para amplificar la voz silenciosa de la mayoría de los musulmanes, que no tienen nada que ver con las ideologías extremistas"y "contrarrestará el impulso extremista", según Khan. "Necesitamos convertir la tragedia del 11-S en algo muy positivo", añadió. Asimismo, Khan defendió la necesidad del centro para responder a las necesidades de una comunidad musulmana creciente y porque "el Islam es una religión americana". Sin embargo, el proyecto generó opiniones encontradas entre los familiares y amigos de las víctimas de los atentados del 11-S. "Creo que es algo bueno", dijo Marvin Bethea, uno de los efectivos de emergencia que participó en las labores en la Zona Cero. "Yo perdí a 16 amigos allí, pero también murieron musulmanes en el 11-S. Sería un signo de que no condenamos a todos los musulmanes y de que los musulmanes que hicieron esto eran extremistas. Como hombre negro, sé cómo es ser discriminado cuando tú no has hecho nada", añadió. También Herbert Ouida, que perdió un hijo en el atentado, está de acuerdo con el proyecto como un puente entre culturas. "Comprendo la irritación, la amargura y el odio, pero eso sólo genera más odio", manifestó Ouida. "Gran parte del mundo tiene esa fe, y decir que todos los que tienen esa fe son terroristas es terrible", agregó. Otros, como Michael Valentin, detective retirado de Nueva York que trabajó en la zona cero, criticaron la construcción de la mezquita en ese lugar. "El Bajo Manhattan debería ser un santuario para la gente que murió allí", consideró. Barry Zelman, que perdió a un hermano en el 11-S, recordó que el atentado se cometió en nombre del Islam, y calificó como un "sacrilegio", construir un templo musulmán en "el lugar sagrado donde murió esa gente". El centro, que llevará el nombre de Cordoba House, todavía está en la primera fase de su desarrollo. La American Society for Muslim Advancement espera recaudar fondos para terminar su construcción en tres o cinco años.
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