Cuenca
Sin plumas en la lengua
En estos días en los que prevalece el chiste fácil, el humor tosco, el mugido como argumento, la risotada gruesa como hallazgo expresivo y la bobada general como estado de gracia, da gusto de vez en cuando encontrarse con elementos que todavía nos despiertan del entumecimiento de meninges, practicando el simple ejercicio del pensamiento libre y sus gratas consecuencias.
Ahora lo que se lleva es estar metido en el DODO. com, la revista-blog que dirige la ínclita doña Clorata de Potasa, heredera del meollo cultural y comicidad de vanguardias, que viene a ser como una «Codorniz» del siglo XXI digitalizada y aglutinadora de la nueva crema de la intelectualidad, esa que tan pronto te encuentras tomando el cóctel más exquisito en Chicote que un morapio tabernario con la sencillez de quien da una pincelada y le pinta unos bigotes a algo tan solemne como el Guernica de Picasso. Por allí pulula gente de la «movida» como Ceesepe, el Hortelano, Javier de Juan, Ouka Lele, Bellver, junto a caballeros de pluma lírica como Luis Alberto de Cuenca, eruditos de tendencias como Javier Rioyo o El Zurdo, modistos, nuevos talentos, mecenas y musas de nuevo cuño como la imparable Asela Pérez Becerril y su prometido Jacobo Martínez de Irujo, o hasta un servidor.
En el centro Cultural de la Latina se reunió una representación de la revista sin motivo aparente, que es el mejor de los motivos, celebrando una forma de entender la vida con diversión y variedad para el lector inteligente donde hubo para todo, incluso la presencia de esa nueva tribu urbana que son los bloggers exquisitos y las rosas búlgaras de poblado viñedo que despeja espíritus inquietos y alivia esas alergias del espíritu hacia la mediocridad que nos invade, de la que escapamos hoy en día buceando en internet para encontrar cómplices en la rebeldía. Sobre todo para echarnos luego a la calle y disfrutar de la creación, qué demonios, entre los alegres chicos y chicas del DODO.
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