Ciclismo

Bilbao

El País Vasco decide

Treinta y tres años después, la Vuelta regresa al País Vasco. Y regresa para decidirse. Como sucedía en 1978, cuando Enrique Cima se impuso en la meta de Bilbao después del descenso de El Vivero, igual que sucederá hoy. Aquello fue justo antes de que Bernard Hinault se impusiera en Amurrio para confirmar su victoria en la Vuelta. Antes también de los incidentes que impidieron acabar la Vuelta con normalidad y la condenaron al exilio.

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Pero eso fue en el siglo pasado. Hoy, las autoridades piden respeto para la Vuelta porque eso significa respetar a los ciclistas y en ningún lugar son tan admirados y tan aclamados como en el País Vasco. Es un día de fiesta, como en tiempos. Hoy sólo hay deporte, la última oportunidad quizá para que la carrera se mueva. Para que Froome, el británico de Kenia, intente recuperar los 13 segundos de ventaja que tiene Cobo en la clasificación.

Al líder le ha cambiado la vida el maillot rojo. Después de cuatro días con él, el recorrido que antes hacía del tirón entre el autobús del equipo y el control de firmas se ha convertido en una procesión de admiradores que quieren tocarlo, hablar con él y, de paso, llevarse algún regalo, un bidón, una gorra, un maillot. Él, atento, se para y les regala lo que puede, un autógrafo, un saludo, una sonrisa. «Soy tímido y me cuesta acostumbrarme», dice Cobo. Pero lo intenta. Está aprendiendo el oficio de ser líder. Y, aunque sigue bajando del autobús, y sigue hablando con todo el mundo, ha decidido no conceder entrevistas personales hasta que llegue a Madrid. Ahora sólo existe su pelea por la Vuelta. Pero ya ha aprendido que la carrera se divide en dos, la que corre en la carretera y la que corre fuera. La primera empieza como siempre, en el control de firmas. Ese recorrido que hacía en un suspiro, además de durar una eternidad de abrazos y sonrisas, ya no puede hacerlo solo. Los dos primeros días con el maillot rojo lo acompañaba su jefe de prensa. Ayer, la «protección» aumentó. Fueron cuatro auxiliares con él. «Estoy un poco nervioso, pero intento llevarlo lo mejor posible», reconoce. «Casi sufro más dentro que fuera de la carrera», admite.

La carrera la controla su equipo. Ayer se trataba de dejar hacer, de permitir una escapada enorme, que llegó a ser de diecisiete corredores, para evitar la pelea por las bonificaciones con Froome. Uno de los fugados era «Purito» Rodríguez, pero su objetivo ya es sólo el maillot verde que recuperó ayer. Algunos se quedaron, pero no hubo guerra. Ganó Gavazzi en el esprint a Vandewalle. La carrera para Cobo empezaba después de cruzar la línea de meta.


Pamplona acogerá la salida en 2012
Pamplona acogerá la salida de la Vuelta en 2012. Una etapa que discurrirá íntegramente por las calles de la capital navarra abrirá la carrera el sábado 18 de agosto. Javier Guillén, director general de la carrera, lo anunció ayer de manera oficial junto al vicepresidente del Gobierno Navarro, Roberto Jiménez, aunque no confirmó si se mantendrá el formato de los dos últimos años de contrarreloj individual para comenzar. «Recibiremos a la Vuelta con los brazos abiertos», aseguró Jiménez, que también comentó que la segunda etapa discurrirá entre Pamplona y Viana. Desde 1994, cuando ganó Laurent Jalabert la etapa, la Vuelta no pisaba territorio navarro.