Ciclismo
Sacrificado por el «Bisonte»
Sonreía Juanjo Cobo por la mañana en el hotel. Bromeaba con David de la Fuente durante el desayuno, como si estuviera convencido de que había llegado su día grande en la Vuelta. Está feliz el corredor del Geox. Al comienzo de la Vuelta, Cobo, al que apodan el «Bisonte», era un espíritu libre. Lleva el número 1 de su equipo porque era la mejor manera de que Matxin no tuviera que elegir un líder entre Menchov y Sastre
«Ellos son los jefes. Yo he venido a ver qué podía hacer», dice. Y lo que puede hacer, de momento, es reventar la carrera como hizo ayer, quedar segundo en la etapa y situarse cuarto en la general. A 55 segundos de Wiggins, a 19 de la frontera del podio que marca Mollema. Aunque para ello haya tenido que sacrificar a David de la Fuente. Matxin, el jefe, le hizo renunciar a la victoria de etapa para que esperara a Cobo en los últimos kilómetros. «Hemos jugado a la grande y hemos perdido a la pequeña», explica el director del Geox, al que todavía le dolía la faena que le hizo. «Me duele mucho, pero no he tenido dudas», afirma. «Soy amigo de Cobo, soy compañero suyo y hago lo que me pida el equipo. Además, sé que saben valorarlo», comenta De la Fuente, resignado pero contento de poder ayudar a su amigo. Porque ahora Cobo está feliz. Y puede estarlo más si llega al podio.
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