Los talibán perpetran otra matanza de civiles en el sur de Afganistán

Islamabad- En medio de escándalos y filtraciones en internet que han sacado a relucir los trapos sucios de las tropas estadounidenses y de sus aliados en Afganistán, los talibán enseñan su músculo con una nueva matanza de 25 civiles en la provincia de Nimroz, al suroeste afgano. El trágico suceso ocurrió ayer cuando un autobús repleto de pasajeros pasó por encima de una mina de fabricación casera colocada en la carretera y se llevó por los aires a más de 20 pasajeros, entre ellos mujeres y niños, y causó heridas a otra veintena. El vehículo se dirigía a Kabul desde Nimroz por la vía principal que conecta el suroeste con la capital cuando tuvo lugar el estallido del artefacto casero, en las inmediaciones de Delaram, una zona inestable cerca de las conflictivas provincias de Helmand y Farah.

«Una vez mas, Afganistán sufrió un baño de sangre con la pérdida de vidas de civiles inocentes», condenó el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, mientas que un portavoz de los talibán, Zabihullah Mujahed, aseguró que la insurgencia nada tuvo que ver con la detonación y acusó a las tropas extranjeras de ser ellas las responsables de la muerte de los civiles.

Aumentan las bajas

Con estas 25 bajas suman ya 77 el número de civiles muertos en menos de siete días. El pasado día 23 murieron 52 afganos en un ataque aéreo de la Alianza Atlántica en la sureña provincia de Helmand, información que todavía no ha sido confirmada por la ISAF pero que el presidente Karzai insiste en achacarla a las tropas de la OTAN.

Si bien este julio está siendo ya uno de los meses más fatídicos para las tropas estadounidenses, con 59 soldados muertos, también lo está siendo para los afganos. Cada vez son más los civiles que mueren en primera línea de fuego o en ataques contra simpatizantes del Gobierno, desde que las tropas estadounidenses y las fuerzas de la OTAN penetraron hace unos meses en los bastiones sureños de los talibán en un intento por erradicarles de la zona.

Las minas y las bombas camineras de fabricación casera son uno de los métodos más utilizados por los insurgentes talibanes para hostigar a las tropas internacionales desplegadas en Afganistán, siendo la mayor causa de bajas entre las tropas aliadas. Estas minas también suelen causar numerosas bajas entre la población civil.