Rusia

Irina Shayk: «He terminado con Dostoyevski»

Cuando LA RAZÓN se topó por primera vez con Irina Shayk, modelo de relumbrón y novia de Cristiano Ronaldo, la checa no dudó en soltar que entre las lecturas que cubrían los tiempos muertos entre esperas en aeropuertos, desfiles, pruebas de diseñadores y demás se encontraba Dostoyevski.

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Se declaró fan de Fiodor como el que lo hace de Vargas Llosa sin haberse leído palabra de él –le ocurrió a Sofía Mazagatos años hace años–. Sin embargo, en el caso de Irina es cierto que se bebe los escritos del ruso como si fuera el «Vogue». Ayer dio fe de ello, tras la prueba final de los vestidos de novia que desfiló para Pronovias. De Cristiano Ronaldo, ni palabra por aquello de que su máxima es blindar su intimidad como pocos. Pero cuando se trata de hablar de sus libros de cabecera, la moza no tiene fin. «Ya he terminado "Crimen y castigo". Son 700 páginas que dan para mucho, me ha ayudado a profundizar sobre la psicología humana», señaló ayer a preguntas de este diario. Y lo soltó así, para posteriormente hacer un análisis pormenorizado de Rodion, que no sabemos si habrá compartido con CR9 tras una victoria del Madrid.

El caso es que, con este precedente, uno se queda con el deseo de saber qué se trae entre manos ahora, y la respuesta impacta aún más si cabe». Me he metido a fondo con un ensayo que analiza el perfil de las mujeres más poderosas en la Rusia del siglo XVIII», comenta la top. Karolina Kurkova, la otra reina de la pasarela que ya es un clásico de la pasarela, se mostró más cinéfila que lectora. «Soy muy seguidora tanto de Woody Allen como de Almodóvar. Del español me encanta cómo se acerca al complejo carácter de la mujer, su visión picante de la realidad. Y sobre Allen, me encantaría que rodara la historia de amor que mantengo con mi marido por el toque naïf que da a todos sus filmes», soltó ni corta ni perezosa la rusa, que dice llevarse a las mil maravillas con Irina. «Hemos coincidido alguna vez, creo que nuestro perfil es muy diferente y cada una de las dos tenemos valores que pueden resultar interesantes para distintas firmas: ella es morena y con una gran personalidad, yo en cambio rubia, con unos rasgos más suaves».