Francia

Francia controlará en su frontera la fruta española

Francia controlará en sus fronteras a partir de esta semana la fruta procedente de España, según anunció el secretario de Estado de Consumo galo, Fréderic Lefebvre, que señaló que ya había pedido a la Dirección General de Competencia, Consumo y Represión del Fraude, que depende de él, que se fijasen esos controles en los departamentos de los Pirineos orientales y cerca de la frontera española.

La Razón
La RazónLa Razón

También precisó que los encargados de realizar las inspecciones harán controles de seguridad e higiene alimentaria y vigilarán que los documentos que acompañen a las mercancías sean los correctos. Lefebvre destacó que no van a dejar que agricultores de otros países engañen a los consumidores.
Las autoridades galas, o por lo menos una parte de ellas, responden así a las presiones de sus productores de frutas y hortalizas, que organizaron diferentes actos de protesta durante la semana pasada en los que reclamaron que se controlen los envíos españoles, a los que acusan de distorsionar el mercado francés debido a sus bajos precios. El jueves, responsables del Ministerio de Agricultura se reunieron con representantes de la Federación Nacional de Productores de Frutas y otras organizaciones, que denunciaron que la fruta procedente de España, en concreto los melocotones, no cumplen la normativa, ya que habían detectado en los mercados mayoristas partidas con calibres que no se pueden vender y que deberían destinarse a la transformación por la industria. También denunciaron que esos melocotones se vendían a 79 céntimos de euro por kilo, cuando los costes de producción en Francia se sitúan en 1,20 euros por kilo.
Según fuentes comunitarias, de realizarse los controles se conculcaría la normativa de la UE sobre libre circulación de las mercancías. Sin embargo, no es la primera vez que los franceses hacen operaciones contra las frutas y hortalizas españolas. A los ataques contra los camiones han sucedido métodos de presión más sofisticados, usando argumentos sanitarios o de consumo cuando los agricultores galos se han quejado de la competencia que plantean las mercancías españolas.