Barcelona mayo 1960 (I)

La verdadera memoria histórica es la que no discrimina recuerdos y, a la vez, tiene sentido de la continuidad de los pueblos y los individuos.Lo que sucedió en Barcelona hace 50 años, y de lo cual tengo perfecto recuerdo, nos ayuda a comprender la disparidad pero también la continuidad con nuestro inmediato pasado. Ante tanta falsificación sobre el régimen anterior, conviene repasar algunos nombres, instituciones y familias. El 30 de abril de 1960 Franco llegó a Barcelona y fue objeto de un multitudinario recibimiento que no lo explica el reparto de bocadillos, y lo mismo sucedió más tarde en Gerona. «La Vanguardia» exultaba: «El recibimiento que Barcelona tributó al Caudillo alcanzó amplísimas dimensiones en cuanto a emociones y brillantez…» ¡Cómo cambian los tiempos!Los años 60-61, coincidiendo con las efemérides del nacimiento y muerte de Maragall, el Jefe del Estado presidió un solemne acto académico en la entonces Biblioteca Central y en el que disertaron Guillermo Díaz-Plaja, Nicolás González Ruiz, Ramón Roquer y José Mª Valverde. Después se celebró el Desfile de la Victoria de aquel año en Barcelona con gran concurso popular.Como contrapunto hemos de consignar los sucesos del Palau en el que una absurda prohibición de una canción de Millet i Maragall dedicada al estandarte del Orfeó desencadenó una minimanifestación, unas octavillas y una represión sobre Jordi Pujol y otros. Aún nos acordamos como «el bisbe català Narcís Jubany», auxiliar de Barcelona, no quiso interceder por el ilustre encarcelado. No obstante, en 1965, Pujol fundaba Banca Catalana con permiso del gobierno.