Mas agiliza su propia ley para que el Gobierno no le dicte el déficit

El Consell Executiu inició los trámites para aprobar, este mes, la ley catalana de estabilidad presupuestaria que por sí misma ya establece un techo de gasto y limita el déficit estructural de la administración catalana, al margen de las cifras que establezca la ley estatal. El paso que dio el Govern fue encargar la memoria previa a la tramitación del anteproyecto de ley en materia de estabilidad presupuestaria.

«Nadie nos da lecciones»
En la rueda de Prensa posterior a la reunión del consejo ejecutivo, el portavoz del Govern, Francesc Homs, avisó de que «nadie de fuera está en condiciones de darnos lecciones sobre estabilidad presupuestaria y menos quienes han actuado con irresponsabilidad». Era una advertencia dirigida a socialistas y populares, a quienes CiU acusa de dejarlos al margen de la reforma de la Constitución.

Homs defendió que la ley catalana será «totalmente constitucional». Señaló que el Estatut permite al gobierno catalán fijar los límites de déficit público e insistió en que, aprovechando este nuevo marco competencial, el ejecutivo propone una ley de finanzas públicas para racionalizar el marco presupuestario y facilitar la captación de fondos en mejores condiciones.

Alegó también que con la ley de estabilidad presupuestaria, el Govern pretende, por un lado, garantizar los servicios básicos del estado de bienestar, y, por otro, evitar perder capacidad de financiación para realizar las inversiones necesarias. Homs defendió que, con este gesto, el Govern pretende enviar un mensaje de compromiso con el reequilibrio de las finanzas catalanas para reforzar la credibilidad ante los mercados.

El Govern aprobará la ley de estabilidad presupuestaria antes que la ley orgánica estatal y de forma independiente. Sin embargo, por cuestiones formales, el portavoz del Govern no pudo avanzar cuál será el tope déficit establecido.

El 15-M vuelve a sus andadas
La manifestación convocada ayer en Barcelona por los sindicatos contrarios a la reforma de la Constitución fue boicoteada por los indignados del 15-M. Al inicio de la marcha los indignados se plantaron frente a la cabecera e increparon a los representantes sindicales de CC OO, UGT y Usoc. La manifestación reunió, según la Guardia Urbana, a 5.000 personas y también acudieron representantes políticos de ERC e ICV que se oponen a la reforma.