Fallece Di Stefano

Adiós al genio desaprovechado

José María Gutiérrez ‘Guti' cerró 24 años en el Real Madrid, alejado del ruido que generaban sus polémicas, con una despedida emotiva pero muy íntima, que significó el adiós al genio incomprendido, el futbolista con más calidad técnica que ha nacido de la cantera blanca.

Adiós al genio desaprovechado
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Rodeado de «sus» trofeos –5 Ligas, 4 Supercopas de España, 3 Copas de Europa, 2 Intercontinentales y 1 Supercopa de Europa–, Guti se despidió ayer del Real Madrid. Aguantando las lágrimas, de forma contenida. Por-que en la personalidad del «14» se alternan estadíos de letargo, como en una burbuja, donde se aísla de todo lo que le hace daño (el club, la afición, la Prensa –deportiva o del corazón–) o explosiones gestuales o de palabra cuando ya la hipocresía le hace estallar o la injusticia de trato le supera. Ayer, optó por lo primero. Porque los hombres pasan, pero las instituciones permanecen, y vaya donde vaya Guti (pues no quiso confirmar que es al Besiktas de Schuster hasta no firmarlo), su «corazón –dijo– siempre estará aquí», y el día de mañana quiere volver a formar parte del Madrid. Es toda una vida en el Real Madrid. Veinticuatro años en el club y quince temporadas en el primer equipo, con «etapas buenas, otras complicadas» y, por el camino, mucha sensación de frustración por causa propia y ajena. Mejor dejarlo atrás: «No voy a mirar ahora en lo que he podido fallar, no lo puedo cambiar. Me hubiera gustado jugar más y ser más determinante, pero me quedo con los años y con las copas que hemos ganado».Se va un genio (ningún otro jugador tiene tanta técnica y repertorio en sus pies) incomprendido y desaprovechado. Un «jugador especial, de culto» –como dijo Valdano, la única persona del club que le acompañó en este amargo trago– y sin embargo se marcha un año antes de la cuenta, con la sensación de que a Zidane, digamos, le habrían dejado ser caldo de banquillo y a él, canterano, no. Hoy le toca el turno a Raúl. El «7» sí se despedirá junto a Florentino Pérez en el palco de honor. El capitán sí ha hablado con «Mou», Guti, no. Sólo ha tratado con Valdano. Y en el vestuario las únicas raíces madridistas que permanecerán son las de Casillas. «Gracias Guti por todo lo que nos has dado», dice la misiva del presidente. Pues eso, gracias Guti.