Luces entre las sombras

La de ayer fue una jornada de contrastes para el ánimo económico del país. El FMI nos recordó que estamos lejos aún de emprender la senda de la recuperación. Las últimas previsiones auguran que España permanecerá en recesión al menos este año y el próximo, con una caída de la actividad económica en 2012, cuando el PIB se contraerá el 1,75, mientras que en 2013 lo hará el 0,3%. Es un pronóstico negativo para nuestro país que se enmarca en una rebaja muy amplia en las perspectivas para la economía mundial por parte del FMI. Lo cierto es que este sombrío horizonte, no desconocido por el Gobierno, sólo refuerza la convicción ya expresada por el propio presidente Rajoy de que las reformas estructurales son una urgencia y una necesidad nacionales. Por eso, entre otras razones, el Ejecutivo decidió acortar drásticamente el calendario de ese potente paquete renovador y aprobar la ley de estabilidad, la reforma laboral y la del sistema financiero antes del 11 de febrero.

Pero el presente nos deja también síntomas alentadores sobre el potencial de España y el acierto de las primeras iniciativas económicas del Gobierno. El Tesoro pasó ayer con éxito tal vez su examen más concluyente con el Gobierno del PP. Superó su objetivo y colocó más de 6.600 millones en deuda a largo plazo –esperaba captar un máximo de 4.500 millones–, con tipos más bajos y una fuerte demanda. La importancia de esta subasta consiste en que se trató de productos a cinco, ocho y diez años, más allá de los tres de «barra libre» del BCE a los bancos, lo que sólo puede ser interpretado como una señal de que los mercados confían en que España podrá devolver su deuda a un plazo mucho mayor y, por tanto, un aval de los inversores a las políticas y las intenciones del Gobierno. Ayer se conoció también el plan anticrisis que Sarkozy y Merkel propondrán en la cumbre europea del día 30. Un programa para reforzar el crecimiento, crear empleo y potenciar la competitividad y que incluye iniciativas como que las oficinas de empleo se comprometan a ofrecer en un plazo determinado trabajo o formación, agencias de empleo conjuntas en regiones fronterizas para tramitar ofertas transnacionales, reducción de los costes laborales, facilitar créditos sencillos para las pymes, reducción de los trámites burocráticos, un fondo especial de crecimiento y competitividad, asegurar los negocios financieros para que aumenten los créditos a las empresas y una tasa a las transacciones financieras, entre otras. Medidas positivas en su mayoría para estimular la actividad que entendidas como compromiso de Europa deben reforzar su alcance y eficacia. No habrá, sin embargo, milagros, y los resultados tardarán, pero las respuestas son, en líneas generales, adecuadas.