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Benedicto XVI: «Educar es maravilloso si se hace con Dios»

El papa Benedicto XVI bautizó en la Capilla Sixtina del Vaticano a dieciséis niños

Benedicto XVI: «Educar es maravilloso si se hace con Dios»
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«Vosotros, padres, habéis pensado en el Bautismo antes de que vuestro hijo o hija viniera al mundo. Podemos decir que ésta ha sido vuestra primera elección educativa como testigos de la fe hacia vuestros hijos», fueron las palabras de Benedicto XVI en la misa del Bautismo del Señor, celebrada ayer en la Capilla Sixtina del Vaticano.
El Papa, que bautizó en esta última festividad de la Navidad a dieciséis niños, afirmó durante su homilía que «educar es una tarea laboriosa, en ocasiones es ardua para nuestras capacidades humanas, siempre limitadas. Pero educar se convierte en una misión maravillosa si se cumple en colaboración con Dios, que es el primer y verdadero educador». Como se viene haciendo desde 2008, el Santo Padre ofició la misa desde un trono colocado en una de las paredes laterales de la capilla, para no tapar los frescos del «Juicio Final» de Miguel Ángel.
En un discurso centrado en la función de los padres en la educación de sus hijos, Benedicto XVI aseguró que los adultos son los primeros que tienen que «alimentarse de las fuentes» de salvación, que son la palabra de Dios y los sacramentos para poder así «guiar a los jóvenes en su crecimiento». «Los padres no son la fuente, como tampoco nosotros, los sacerdotes: somos más bien como canales a través de los que tiene que pasar la linfa vital del amor de Dios. Si nos alejamos de la fuente, de nosotros mismos, en primer lugar, lo acusamos negativamente y ya no estamos en disposición de educar a los demás», señaló en la capilla que acoge los cónclaves.
Para el pontífice, el verdadero «educador no escatima su presencia atenta y fiel, pero su objetivo es que aquel que se está educando escuche la voz de la verdad, hablar a su corazón y la siga en un camino personal». Según el papa, el rezo permite escuchar las «inspiraciones de Dios» al educador y, junto a los sacramentos, pueda ser «tierno y fuerte, usar dulzura y firmeza, callar, hablar, reñir y corregir en el momento adecuado».


Acoger la vida como «un regalo»
Después de celebrar la misa del Bautismo del Señor, el Pontífice se asomó al balcón de sus estancias de la plaza de San Pedro para dirigir el rezo del Ángelus. «No todos somos padres, pero todos somos hijos. Venir al mundo nunca es una elección. No se nos pregunta antes si queremos nacer, pero durante la vida podemos madurar una actitud libre hacia la vida misma. Podemos acogerla como un regalo y, en cierto sentido, ‘‘convertirnos'' en hijos de Dios», indicó Benedicto XVI ante los miles de fieles congregados.