Elecciones andaluzas
El estado de cabreo nacional
Tras el anuncio de las improvisadas medidas de ahorro energético, un dirigente socialista, que está entre los que podrían suceder a Zapatero, me decía que «parecemos empeñados no sólo en perder las elecciones sino en ayudar al PP para que logre una victoria histórica». Mi interlocutor cree que, a este ritmo, se podría sacar un resultado peor que González en 1977 o 1979. No le veo muy por la labor de disputar el liderazgo si el presidente anuncia que se retira. Le veo más dejando que se queme el sucesor, para luego salir como el salvador. Todos dicen que «José Luis es el mejor candidato», aunque me temo que es para que sufra él solito la derrota. Los españoles están cabreados por causas diversas, pero hay que reconocer que el Gobierno ayuda y mucho. El bajar la velocidad a 110 kilómetros concita el rechazo de la inmensa mayoría, pero no rectifican. Hoy comienza el experimento y, sobre todo, el «multazo». Tráfico espera forrarse a nuestra costa y es lógico que estemos muy cabreados.
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