Argentina
Los Kirchner desairan a la Iglesia tras recibir «una señal de la Virgen»
Que el matrimonio presidencial está peleado con medio país no era un secreto. Pero ahora sale a la luz pública.
En tiempos marcados por las desavenencias políticas, ni siquiera un acontecimiento de tanta trascendencia histórica y sentimental como el Bicentenario ha conseguido que el Gobierno aparcara de lado la confrontación con algunos de las instituciones más respetadas de Argentina, entre ellas la Iglesia católica.
Tal es así, que en la Casa Rosada decidieron organizar un acto paralelo originando una situación única en el mundo: dos Tedeum –oficios de acción de gracias por el cumpleaños de la patria– compiten hoy.La curiosa situación se planteó después de que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner eligiera la basílica de Luján para la celebración patria, por razones místicas. La mandataria contó que estaba con su madre y su hermana comentando la decisión, cuando apareció Néstor Kirchner y le preguntó si estaba segura de elegir Luján como sede. En ese momento, el ex presidente «se sienta en el respaldo de un sillón y cuando dijo eso, el sillón se le dio vuelta y casi se cae, y mi hermana exclamó: ¡es la Virgen!»Así que, tras la «señal mariana», Fernández decidió esquivar una vez más la catedral porteña y la eventualidad de tener que escuchar allí una crítica a su gestión del arzobispo metropolitano, el cardenal Jorge Bergoglio. Pero Bergoglio no se amedrentó y decidió realizar igual el Tedeum en el mismo templo al que acudió la Primera Junta independentista. Para ello, recurrió a una decisión de los obispos, de noviembre, que acordaron realizar oficios de acción de gracias en todas las catedrales del país con ocasión del Bicentenario. Por otro lado la «alergia» que Cristina Fernández de Kirchner siente por los militares, quedó patente tras su ausencia en el desfile de las Fuerzas Armadas durante la celebración de los 200 años de la independencia. Otro episodio de los cortocircuitos entre el Gobierno K y el ejército argentino. La presidenta aguantó el mes pasado un interminable desfile «chavista», con milicias de Venezuela incluidas, pero no ha tenido ganas de ver a su propio Ejército.Un acto en el que no desfilaron carros blindados y artillería por falta de mantenimiento. Tampoco hicieron su pasada los aviones de la Fuerza Aérea, por problemas mecánicos.
Cristina, tampoco en el Teatro ColónEl inesperado sainete de no invitaciones, rechazos, desplantes y súplicas salpicó el megafestejo de la reapertura del Teatro Colón.Como había anunciado, Cristina Fernández no asistió ayer a la flamante reinauguración del Teatro Colón organizada por el Ayuntamiento de Buenos Aires. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, aseguró que la presidenta «no volvería atrás» a pesar de las llamadas desde el Ejecutivo porteño para que revise su decisión para poder dar «una imagen de unidad, por lo menos un día». La mandataria se negó a asistir porque el alcalde bonaerense había dicho que no iba a estar «contento» si Cristina concurría «con su marido» (a quien le atribuye armar la causa por las escuchas ilegales en la que está procesado).
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