Otro horizonte

Hay una inmensa esperanza con relación al PP y la solución del problema educativo. Nuestros hijos están a la cola de los niveles inspeccionados por los informes PISA. El sueño de los sueños consistiría en un gran pacto de Estado en materia de enseñanza, pero a estas alturas de la vida ya no nos hacemos ilusiones. El problema es simple y muy grave: los chicos no saben dónde está el Amazonas, anteponen su provincia y su autonomía a la importancia de los continentes, desconocen la cultura del esfuerzo, se burlan de los profesores y rehuyen la disciplina.

El futuro de España depende de las aulas y están muy mal. Si los padres trabajamos, ahorramos y sufrimos pagando impuestos es precisamente porque desearíamos otro horizonte para nuestra descendencia. Conviene ponerse manos a la obra, tender la mano a todos los agentes sociales y no escatimar esfuerzos para potenciar un modelo inclusivo, basado sobre la libertad de elección de centro y la colaboración entre escuelas de todo tipo. En este sentido, es importante no confundir lo público con lo estatal. Por una tradición muy arraigada en los comunismos, pero también en el franquismo, hay quien sigue pensando que lo público es lo que nace de la administración. En la tradición británica o centroeuropea, la cosa es muy distinta. Es público todo servicio a la comunidad que esté a disposición general.

Tan servicio público es el instituto como la escuela de religiosos. Y la igualdad sólo es posible si todos podemos acceder a todos los centros. Sin necesidad de empadronarnos en un barrio rico o tener la suerte de nacer frente a un colegio bueno. Sorprende, sin embargo, la rigidez de quienes desean asignar cada niño a un centro, independientemente de sus deseos. Semejante convicción da lugar a aberraciones como las que se dan en autonomías (Andalucía, Asturias) donde los padres están locos por mandar a los chicos a colegios concertados y, en cambio, ven cómo se cierran estos para favorecer a los estatales. Porque sí. Porque hay que servir a la ideología del poder.