Japón

Nucleares y circulación

Nucleares y circulación
Nucleares y circulaciónlarazon

La cardiaca velocidad con la que se suceden los sobresaltos, y los titulares de efecto en la prensa ha hecho que tengamos olvidado últimamente al desastre nuclear de Fukujima. La memoria es voluble y pasa página, pero la radioactividad es resistente y permanece. Nos lo ha recordado el reciente intento de plante que tuvo que ponerse a resolver el campeonato mundial de motociclismo. Por lo visto, hay una carrera que tenía que correrse en Japón y los pilotos no veían claro eso de viajar a la zona, temiendo por su salud futura. No deja de ser chocante que esta tropa, que no duda en arriesgar la integridad inmediata de su salud presente lanzándose inclinados hacia una curva a más de doscientos por hora cada fin de semana, muestre tantos remilgos con su salud futura. Sea como sea, el campeonato de motociclismo es un espectáculo mundial que mueve millones y situaciones como ésta ponen de relieve que quizá no hemos pensado suficiente en las repercusiones económicas (además de las ecológicas) de este tipo de desastres. Todo el papel moneda que va de mano en mano depende de fuentes de energía para su movimiento y para garantizar que siga circulando. Que esas fuentes sean desastrosas nos pone frente a un mal panorama.

El ciudadano occidental moderno, para quién la electricidad, el gas o el agua corriente son como un derecho que considera inalienable, adquirido algo así como por nacimiento, debe enfrentarse a una difícil elección. O menos confort, o menos salud. Malos tiempos para los concienciados satisfechos. Si unos tipos tan valientes como los pilotos de GP2 se lo piensan, imagínense un servidor. Yo, ahora, cada vez que se dispara un amperio o un herzio en casa, sufro. Y es que soy mucho más cobarde que ellos.