OPINIÓN: Hacerse la cama

Andaba el otro día Mariano Rajoy por Cadena 100 y un niño le preguntó si se hacía la cama. El líder le contestó al chaval con su tono más centrado que nasti, que llevaba desde la mili sin currarse el nórdico ni ajustar la bajera. Y la cosa quedó en una anécdota simpática, en la que un político hizo de niño y se manifestó con la sinceridad de un igual. Pero claro, como los alegres chicos de enfrente están a la que saltan, a los pocos minutos salió Leire Pajín dándole caña al candidato, criticando el comportamiento machista de Rajoy y regalándole flores envenenadas que situaban al bueno de Mariano casi al borde del delito. La aburrida -tiene que estarlo para andar jugando en la basurilla- Ministra de Sanidad, se sorprendió de la actitud del líder de la oposición, llegando a decir que lo de Mariano pone en evidencia una de las asignaturas pendientes de España, que es la conciliación de la vida laboral y familiar en igualdad de condiciones. Creo que el cachondeo y las risas todavía se escuchan desde los pasillos del Ministerio hasta Ferraz, donde alguien de los que queda con sentido común en el PSOE le ha tenido que decir a Doña Leire que no hace falta ser tan pretoriana ni, como decimos por aquí gracias a Salzillo, tan barroca. Vamos, que por aquí anda todo el mundo quitándole la poca grasa superflua que le que queda a su negocio y la preocupación extrema de la Señora Ministra es si Mariano carga la lavadora y no mezcla el blanco con el color o sabe hacer una tortilla francesa. Creo que ya deberíamos terminar con tanta tontería y esperar a que se pongan a trabajar, que para eso les pagamos. Pero con este circo de tres pistas en que se ha convertido el Gobierno, la cortina de humo llega a nuestros hogares. Sólo nos faltaba que Leire Pajín nos diga el color del papel higiénico que tenemos que usar en nuestro váter, no sea que el tono o la textura atenten contra la conciliación de nuestra vida familiar. Hoy mejor que nunca, que haya alivio y sálvese el que pueda.