Lorca

Escala de terror

La Razón
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Los senadores del PP, Pedro José Pérez y Pedro Manuel Hernández; el alcalde de Lorca, Francisco Jódar; el vicesecretario sectorial del PP, José Gabriel Ruiz; el consejero de Cultura y Turismo, Pedro Alberto Cruz; la familia del presidente de la Región de Murcia y, por último, el concejal de Personal y Hacienda de Cartagena, José Cabezos, han sido objeto de los insultos, agresiones y amenazas de miembros cercanos a la UGT, o, al menos, parapetados en las manifestaciones que este sindicato ha convocado en los tres últimos meses en Murcia. Manifestaciones que, como la del día 22 de diciembre, contó con la inexcusable presencia de la candidata socialista a la presidencia de la Región, Begoña García Retegui. De todo ese cúmulo no hay nada, quiero decir, ningún detenido, ni sospechoso, ni culpable. Se lanzó la piedra y se escondió la mano. A día de hoy, nada de nada y el delegado del Gobierno, Rafael González Tovar, de rositas. Y Rubalcaba, que el otro día estuvo en Murcia por lo de la prisión, también. Nadie sabe nada. La callada por respuesta. Eso sí, el «estamos en ello, en la buena línea», se argumenta día sí y día también, pero sin resultados tangibles. ¿Se imaginan si todo ello hubiese sido al revés, es decir, que los agredidos fueran los políticos del PSOE? Pues ardería la Región de Murcia, y habría patrullas en las calles aporreando todo lo que se moviera de color azul. La última víctima es José Cabezos y, todo, por alcanzar un acuerdo con CCOO, CSIF y el SIME, del que se descolgó la UGT, convertida a día de hoy y más que nunca en «correa de transmisión» del PSRM-PSOE. Vuelven al monte, de donde bajaron aunque parece que nunca lo hicieran. Eso sí, de los parados no se acuerda nadie de ese mundo, porque sí lo hacen quienes tienen las responsabilidad de hacerlo. De ahí que los barones del PSOE, como hoy publicamos, estén en el descontento y en el desencanto. Se ve venir el batacazo y de ahí la escalada de terror. Pero al margen de ello, al margen de las elecciones, el delgado del Gobierno debe una explicación seria sobre todo este desaguisado.