París

«Para el deporte de la música no hay edad»

 
 larazon

–No hace ejercicios de garganta que le ayuden a cuidar su prodigiosa voz, ¿pero hay algún ejercicio físico que le ayude a cuidar su cuerpo?
–El yoga, los estiramientos...

–Acaba de sacar un disco recopilatorio: «Son aquellas pequeñas cosas». ¿Entre los recuerdos pequeños o grandes de su vida hay alguno relacionado con el deporte?

–Pues sí, porque he sido jugadora de baloncesto, a pesar de mi estatura, y en casa nos ha gustado mucho el tenis de siempre. Ahora, con mi hijo, el fútbol es una cosa que está muy presente.

–¿Y de qué equipo es su hijo?

–Del Valencia –porque es en Valencia donde vivimos– y está muy enfadado con lo que pasó el pasado fin de semana.

–Usted no pega saltos en el escenario como los rockeros, pero para las actuaciones en directo ¿se requiere también estar en una buena forma física?

–Es importante siempre estar en una buena forma física y cuando te pones delante del público, si tu cuerpo acompaña, es armonioso, que es todo lo que te da el ejercicio, pero creo que uno se olvida más de lo físico y se dedica más a la emoción, que es lo que debe primar en una actuación.

–Llevaba media vida en «Presuntos Implicados», pero al final se decantó por cantar en solitario. ¿Ha descubierto finalmente que lo suyo son los deportes individuales?

–Qué va. La música siempre es un deporte de equipo. No se puede entender de otra manera. Aunque tú seas el delantero, como no haya unos defensas y un centro del campo, ahí no cuelas ningún gol. Así que es un trabajo absolutamente de equipo. Yo lo único que he hecho ha sido cambiar de equipo. Pero me siento muy arropada con el que tengo ahora, grandes músicos que me acompañan.

–Además, esporádicamente le gusta acompañarse de «galácticos» como Joan Manuel Serrat o de Alejandro Sanz…

–Sí, tengo la suerte de conocer a alguno de los grandes. Un proyecto como éste último, que he hecho, te ayuda a revisar esta manera tan hermosa que tienen ellos de comunicar y además hacerla tuya… Y con su compañía es más fácil ganar la «Champions».

–¿Cree usted que el «Pichichi», año tras año, sigue siendo Joan Manuel Serrat?

–Para mí sí, porque además, gracias a Dios, el deporte de la música no tiene edad. Se puede ser el «Pichichi» a cualquier edad y siempre puedes estar ahí luciendo la camiseta.

–¿Qué premio de la música sería para usted como una medalla olímpica?

–En España no hay demasiados premios… Para mí el mayor premio sería el que me dieran mis compañeros.

–Aunque lo que es todo un premio en nuestros días es poder seguir viviendo de la música …

–Bueno, eso para los que no estamos en la primera división ya no es un premio, es un milagro.

–El mundo del deporte está viviendo sus mejores horas en nuestro país, ¿diría que sucede lo mismo en el mundo de la música o hemos tenido momentos más brillantes?

–Yo creo que estamos viviendo nuestros peores años en la música, por muchos motivos, pero principalmente porque, aunque la gente tiene mucho interés, la música se sostiene por una industria que está prácticamente desaparecida. Es un enfermo terminal y eso daña mucho no sólo la música sino el tejido cultural de un país que no encuentran quien lo refuerce. Ni los preceptores en la radio ni los promotores en la industria encuentra los pilares que sostienen el mundo de la cultura, que evidentemente pasan por la mercadotecnia en un país capitalista.


En primera persona
«Nací en París en 1963, estoy divorciada y tengo dos hijos, que son de lo que más orgullosa me siento. Perdono y olvido demasiado. Detesto la mentira, la frialdad y la tirantez y valoro la sinceridad, la empatía y la voluntad. Soy perseverante, trabajadora y bastante sincera… ¡O sea que me quiero mogollón! Aunque a veces debería ser más cortante y a veces pierdo oportunidades porque me obceco en cosas que no son. A una isla desierta me llevaría a mis hijos. Me gusta comer arroz en cualquier variante y el pescado y beber agua y buen vino. No sé si son manías…, pero soy muy ordenada y muy esteta. Tengo sueños parecidos, pero ninguno igual que se me repita. Me hacen reír y llorar las buenas películas y los amigos. De mayor me gustaría ser cantante y si volviera a nacer… he venido a hacer esto y creo que me tocaría ser lo mismo».