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Así se defenderá Camps
Se presentará como víctima de una trama que falsificaba facturas
VALENCIA- Comienza hoy el juicio por el «caso de los trajes». El ex presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, y el diputado y ex secretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, comparecen hoy ante un jurado popular para demostrar su inocencia. Están imputados por cometer «cohecho impropio» tras supuestamente haber recibido regalos de la rama de la trama «Gürtel» que operaba en la Comunitat. Está previsto que ambos declaren hoy.
Lo hacen meses después de que los también imputados por el mismo delito, el ex vicepresidente del Gobierno valenciano, Víctor Campos, y el ex jefe del Gabinete de la Conselleria de Turismo, Rafael Betoret, prefirieran declararse culpables y pagar una sanción económica que supuso una multa de 9.600 euros, devolver la ropa que supuestamente habían recibido como regalo o, en su defecto, pagarla, y conseguir así dar por zanjado el asunto.
Sin embargo, ni Camps ni Costa admiten haber recibido prebendas de la trama corrupta y, por ello, deberán pasar por un largo juicio que se prolongará hasta la víspera de Nochebuena, que será cuando se produzcan las conclusiones, la deliberación y el veredicto.
La justificación para la inocencia de Francisco Camps se fundamenta en la presunta elaboración de facturas falsas, de lo que el propietario de la tienda de trajes, Fernando Hinojosa, acusó a su empleado, el sastre José Tomás.
El sistema sería el siguiente. José Tomás (el sastre), Álvaro Pérez (el «Bigotes») y Pablo Crespo, responsables de las empresas implicadas en la trama, acuerdan que el primero elaborará facturas falsas para el segundo a cambio de una comisión.
Para ello, se aprovecharán de las compras que efectúen ciertos clientes «seleccionados» que llevarán entre el propio Crespo y el «Bigotes». Son clientes que tienen la virtud de no pedir factura y de pagar en efectivo, bien directamente al señor Tomás o bien indirectamente a través del señor Pérez.
Crespo no quiere facturas falsas elaboradas a partir de las compras efectuadas por otros clientes distintos de los enunciados, porque sabe que cuantas más operaciones reales se vean afectadas por la facturación falsa, mayores serán las probabilidades de que la falsedad de las facturas sea descubierta.
Como Pablo Crespo no se fía de que José Tomás respete el límite de las compras efectuadas por los clientes enunciados, acuerdan que el importe de las facturas falsas que haga éste deberá justificarse mediante una relación de las compras efectuadas por estos clientes.
De esta manera entra en escena el ex presidente Camps, advertido por Álvaro Pérez de que en la tienda dirigida por Tomás hacen trajes a medida «a buen precio», realiza unos encargos, y en el momento de recogerlos, los paga en efectivo al sastre José Tomás. No firma ningún documento que haga constar que los trajes están pendientes de pago ni se lleva la factura.
Tomás recoge la factura y la «aparta» del resto de documentos de la tienda y se guarda en su bolsillo el dinero pagado por Camps. No lo ingresa en la caja de la tienda. Operación que repite con otros clientes «seleccionados», guardándose el dinero en efectivo que ha recibido y apartando las correspondientes facturas.
El señor Tomás, para poder justificar la ausencia del dinero en la caja frente al dueño de la tienda, apunta las facturas apartadas en el listado de tiques pendientes de pago, junto con el resto de las facturas que realmente están realmente sin abonar.
A continuación, Tomás entrega en efectivo a Pablo Crespo los euros correspondientes a las facturas que ha ido apartando y éste procede a realizar ingresos bancarios en las cuentas de las tiendas de ropa. Es decir, que Crespo utiliza el dinero pagado por Francisco Camps para realizar los ingresos bancarios.
Cuando en las cuentas bancarias de las tiendas se recibe el ingreso proveniente de las cuentas bancarias de las empresas dirigidas por el señor Crespo, se dan de baja las deudas que formalmente figuraban en las relaciones de «pendientes de pago» como si las hubieran abonado las empresas del señor.
Estos serán los principales argumentos de la defensa de Camps, que vendrán refrendados por testigos, muchos de ellos compañeros o superiores del sastre, que han afirmado en otras ocasiones que Tomás falsificaba facturas. En total hay 89 testigos.
Tras la apertura hoy del juicio oral, desde el día 13 hasta el 16, de producirá la declaración de los testigos. Entre ellos, Álvaro Pérez, Pablo Crespo o el dueño de Forever Young y Milano, firmas implicadas, y que denunció al sastre por falsedad documetal. Por supuesto, José Tomás, también entrará en el TSJ valenciano el miércoles. Así mismo, 40 altos cargos de la Generalitat declararán ante el jurado. A partir del 19 se producirán las declaraciones periciales y el 23 de diciembre habrá veredicto.
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