Sexismo y sensatez por Fernando Vilches

En la página 11 del informe (sensato y riguroso) de Ignacio Bosque es donde se cita el ejemplo de la Constitución de Venezuela, en el que de ningún modo se puede extraer la conclusión de que se ridiculiza la Carta Magna de ese país, ni se trata de un «caso melancólico del Imperio». Para tranquilizarles, pondré un ejemplo de nuestra Constitución (Art. 4. 1): «Concluidas las votaciones, los elegidos ocuparán sus puestos. El Presidente electo prestará y solicitará de los demás Diputados el juramento o promesa de acatar la Constitución, a cuyo efecto serán llamados por orden alfabético. El Presidente declarará constituido el Congreso de los Diputados, levantando seguidamente la sesión». Si hiciéramos dobletes, estaríamos ante «La Constitución interminable».