Ministerio de Sanidad

Nueve de cada diez casos son este año de la «gripe A»

La mayoría de los afectados se han enfrentado el virus A, aquel que el año pasado atemorizó al planeta. Sin embargo, doce meses después la pérdida del miedo ha generado confianza en los ciudadanos, que han «olvidado» vacunarse lo que ha provocado una de las epidemias con más casos de la última década 

Nueve de cada diez casos son este año de la «gripe A»
Nueve de cada diez casos son este año de la «gripe A»larazon

Raro es quien no conozca a alguien que estos días ande «arrastrando un trancazo». En la actualidad el virus de la gripe tiene tomada a España, ya que según los datos del último Boletín del Sistema de Vigilancia de la Gripe, que elabora el Instituto de Salud Carlos III de Madrid, la mayoría de las comunidades autónomas conviven con intensidad estos días con el microorganismo.

«Se espera que haya más casos de lo que ha sido habitual estos años atrás, con la excepción del pasado, cuando tuvimos la pandemia del virus H1N1. Es cierto que en temporadas anteriores no se había llegado a las cifras actuales. Y todavía quedan unas semanas de picos elevados de incidencia, según las previsiones», José María Molero, miembro del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Médicos de Familia y Comunitaria de España (Semfyc).

Poco se sabe de la gripe este año; ya no está de moda. Si bien es cierto que hace doce meses el microorganismo era protagonista día sí día no en todos los medios de comunicación, debido, sobre todo, al virus H1N1 o gripe A, actualmente pasa casi de puntillas, y apenas encuentra hueco en algún periódico o informativo. ¿Por qué? Quizás porque todos los años por la misma época ocurre lo mismo, sumado esta vez al cansancio que dejó la estela del nuevo virus. Y eso sólo conduce a un exceso de confianza de los pacientes, que incluso este año han hecho gala de «valentía» y han decidido no vacunarse. Las cifras oficiales aseguran que solamente se han vacunado aproximandamente un 40 por ciento de la masa de población prevista, lo que deja un amplio margen de maniobra al virus.

El peor momento

La incidencia de la gripe alcanzará su pico más alto dentro de dos o tres semanas. El aumento de la actividad gripal en la mayor parte del territorio nacional, asociada a una mayor difusión del virus A (H1N1) (gripe A), un 93 por ciento de los casos, ha hecho que se superen los picos más altos de la temporada 2009-2010. Según el ISCIII correspondiente a la última semana del año, continúa la fase de ascenso de la onda pandémica, con una tasa global de incidencia de 236,4 casos por cada 100.000 habitantes. Los más afectados los menores entre cinco y catorce años y los mayores de 64.

La incidencia de la gripe continúa la fase de ascenso, si bien se observa una disminución en la pendiente de ascenso de la onda epidémica que revela una evolución estable o decreciente. Así se desprende del último Boletín del Sistema de Vigilancia de la Gripe, que elabora el Instituto de Salud Carlos III, correspondiente a la semana del 9 al 15 de enero. La actividad gripal se asocia a la circulación predominante del virus de la gripe A, que aparece en nueve de cada diez pacientes. Los menores de 15 años, especialmente el grupo de cero a cuatro, permanecen entre los más afectados, y destaca el continuado incremento en las tasas de incidencia de este virus también en el grupo de 15 a 64 años.

Invasión
Ante la posible avalancha de casos, los servicios de urgencias de los hospitales están preparados. Por ello preven la atención a un 15 por ciento más de pacientes en los próximos días, ya que coincide con la mayor incidencia de la gripe. Este porcentaje, ligeramente menor que el del pasado año, que fue del 20 por ciento, afectará al tiempo de demora en que serán atendidos los pacientes pero no a la seguridad del tratamiento, como informa la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) en un comunicado. Según Tomás Toranzo, presidente de esta sociedad científica, el aumento de la hospitalización de los casos más graves estará en torno a un cinco o un siete por ciento más, también en coincidencia con el aumento de casos.

La ausencia de inmunización y el abandono de las medidas higiénico-sanitarias llevan a la propagación de las distintas cepas del germen, que conducen a una cuarta semana consecutiva en la que aumenta el número de casos registrados. Según los datos del Instituto de Salud Carlos III, el 83,5 por ciento de los casos incluidos en los grupos recomendados de inmunización antigripal no habían recibido la vacuna de esta temporada. «Nos hemos confiado, no sólo hay dejadez en la vacunación, sino en las medidas preventivas que tanto se publicitaron el año pasado, como lavarse las manos con los geles especiales, usar pañuelos desechables o mantenerse en casa durante el tiempo que se encuentre enfermo para evitar la propagación innecesaria del virus», subraya Molero.

En este sentido, José Blanquer, coordinador del Área de Enfermedades Infecciosas Respiratorias de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), apunta que «este año la pandemia de la gripe A se ha transformado en parte de la epidemia estacional y la mayoría casos corresponden a esta cepa». Molero puntualiza que «el 85 por ciento de los casos comunicados pertenecen a virus A H1N1 y el 15 restante se lo reparten entre el bacilo H2N3 y el B».

Hasta cinco millones de españoles, según las previsiones de los expertos, un 20 por ciento de la población española, habrán sufrido los efectos de la gripe. «Si bien es cierto que en la mayoría de los casos la infección es benigna, ya que cursa con normalidad durante cinco a siete días y sólo en los grupos de riesgos presenta dificultades», precisa el portavoz de Semfyc.

Quizás por ello, los médicos sugieren que se ha de prestar mayor atención a los pacientes con enfermedades crónicas. «La gripe puede dar lugar a complicaciones en los casos de pacientes con las siguientes patologías de base: EPOC, asma, diabetes, obesos, nefrópatas, inmunodeprimidos, patologías neuromusculares, siendo la gripe una de las primeras causas de la agudización y descompensación de su enfermedad de base. Se deberá sospechar cuando, coincidiendo con los síntomas antes descritos, se evidencia un claro deterioro de su basal que obliga a modificar el tratamiento de base o este resulta insuficiente», explica Mayte Ramírez Prieto, jefe de Neumología del Hospital Infanta Sofía de Madrid.

Saber Más
Y mientras que muchos pasan la gripe en su casa, la medicina intenta dar explicaciones sobre cómo se expande el virus con el fin de poder crear «medidas de contención». Así, un grupo de científicos del Hospital de la Universidad Nacional de Singapur busca respuestas sobre la transmisión aérea de los virus de la gripe a través de un equipo compuesto por un espejo gigante y una cámara de alta velocidad que permite observar las diminutas gotas que emanan de una persona cuando tose, estornuda o habla.

Los expertos esperan que los resultados puedan ayudar a mejorar las actuales guías de prevención y control de las infecciones. «Servirá para informar a los equipos en control de infecciones, porque hay una controversia actualmente sobre qué patógenos se transmiten por vía aérea y, si así lo hacen, cuán importante es esta ruta comparada con otras, como el contacto directo», apunta Julian Tang, virólogo y consultor del Hospital de la Universidad Nacional de Singapur, director del equipo. No hay duda de que una persona con gripe infecta a otras al toser o estornudar, pero los expertos afirman que se sabe poco sobre la distancia que recorren la tos y el estornudo y el volumen de aire y virus que transportan. Este tipo de trabajos de control de infecciones se basan en su mayoría en estudios con modelos y estimaciones de expertos, no en datos científicos duros.

En su estudio, Tang y sus colegas diseñaron un espejo cóncavo amplio, como los que se usan en los telescopios de astronomía. Junto con una cámara que puede capturar hasta 250.000 cuadros por segundo, los científicos pueden observar el aerosol, o spray, producido por un estornudo o tos a través del espejo. Mediante voluntarios, el equipo de Tang investigará la velocidad y distancia de los flujos exhalados que se producen al toser y estornudar, incluso al reír, llorar, cantar, susurrar, hablar, roncar y respirar.