País Vasco
Antonio Basagoiti: «Bildu ha venido a pasar la factura de 50 años de ETA»
Tiene uno de los verbos más lúcidos, rápidos y afilados del escenario político. Aunque intente morderse la lengua, como él asegura, «en ocasiones se le mueve sola». Al presidente del PP vasco le ha llovido un invierno político cargado de mihuras difíciles de lidiar: descubrimientos de zulos etarras, llegada de Bildu a las instituciones, procesamientos por el «caso Faisán».
Hablar con él es una partida de ping-pong, en la que el periodista siempre sale perdiendo.
–Le agradezco su tiempo. El lendakari no me da ni un minuto. ¿Usted me recomendaría?
–Si Patxi López me hiciera caso en todo, le iría mejor, y además le atendería a usted.
–La última vez que hablamos, España no era tan azul. ¿Se ve todo de otro modo?
–El azul pega con todo, el rojo es chillón y empieza por R.
–El terrorismo ya no es un problema prioritario. Nos preocupa más la corrupción y los políticos. ¿Necesitan asesores de imagen?
–Hay que regenerar la política, hace falta más defensa del interés general, sentido de Estado y menos intereses espurios. Así acabaremos con ETA y no será ni un problema secundario.
–No le alegra que altos cargos de Interior sean procesados por el chivatazo del bar Faisán, pero ¿más lamentables son los hechos?
–Hay quien se rasga las vestiduras por la imputación, pero no por lo que la causa, la supuesta, ayuda a unos terroristas. Se les ve el plumero.
–¿Esto complica un poco –más– las cosas al candidato Alfredo, perdón, Rubalcaba?
–No se ha ido del Ministerio comiendo perdices porque ETA sigue existiendo y su Batasuna está engordada, pero sí se ha comido un faisán que es muy indigesto.
–Se han cumplido 14 años del asesinato de Miguel Ángel Blanco.
–Y Bildu ha venido para pasar la factura de los 50 años de terror de ETA, y mientras esperan el pago, van de buenos. Dicen que si les damos lo que piden nos perdonan la vida. Hay que acabar con ellos para que lo único que pidan sea perdón.
–¿Qué queda del «Espíritu de Ermua», aquella revolución cívica que vivió nuestro país?
–De Ermua quedan los que queremos unir a la izquierda y a la derecha para conseguir derrotar a ETA, porque si no la banda siempre va a encontrar algo de oxígeno para poder seguir viendo.
–¿Hay sobre la mesa en el País Vasco una estrategia para equiparar a víctimas, intentado reseñar que las hay en los dos bandos? ¿Cómo se lo cuento a mi madre?
–Dígale que es como si alguien dijese que una violada y un violador se tienen que reconciliar porque a la violada tuvo la osadía de avisar a la Policía. En esta parte de España hace falta mucha pedagogía democrática, buenas dosis de sensatez y llamar a las cosas por su nombre para dar la vuelta al país del mundo al revés.
–Se siguen deteniendo presuntos etarras y encontrando zulos. ¿Dónde está el final del túnel de la banda si como dice Otegi «ya no se contempla la violencia»?
–ETA acabará cuando asuma que no van a tener premio por asesinar ni por dejar de asesinar. Se ha avanzado en lo policial, hay que avanzar más en el cuestionamiento de sus pretensiones políticas que representa Otegi.
«Sala debería dormir en Ondaorra»
–Muchos vascos me han contado que, de no haberle puesto trabas a la izquierda abertzale, no habrían convertido a Bildu en una víctima y le habrían votado menos. ¿Qué piensa?
–Eso lo dicen quienes le han hecho la campaña a Bildu diciendo que los «otegis» se habían convertido y eran hermanitas de la caridad.
–Hay quien dice que es mejor dejarlos que gobiernen un rato y los vascos se harten de ellos.
–Lo que quiere ahora el nacionalismo radical es que el resto de los españoles se harten de los vascos, y así tener más fácil la imposición de su independencia y el socialismo a todos los que vivimos aquí. No hay que picar en el anzuelo
–Pascual Sala, ¿dormirá tranquilo?
–No sé cómo dormirá, pero debería dormir en Ondarroa o en la parte vieja de San Sebastián para, al despertar, ver lo que han hecho.
–El pacto PP-PSOE vasco ha sido un ejemplo para toda España. ¿Qué lo haría peligrar?
–Hoy en día ponerlo en peligro es ponérselo en bandeja a Bildu y al PNV, y me temo que ésa sería la guinda del pastel que les falta.
–También dicen los analistas políticos que Patxi López y usted son dos claros ejemplo de políticos del futuro. ¿Le sonroja oírlo?
–Aunque soy de Bilbao, sí me sonrojo porque no me considero con más méritos que muchos políticos anónimos que defienden nuestras ideas en condiciones más difíciles que las mías.
–Este verano, ¿podría estudiarse una moción de censura a Bildu?
–Se la voy a dejar firmada al PNV, soy más tenaz que ellos, que ya es decir.
–Supongo que la Ley de partidos tiene mecanismos para cortarle las alas a la formación, en cuanto incurran en el más mínimo error.
–Sí los tiene. Hace falta un Gobierno con una línea coherente y sin dejarse influir por las presiones «inconfesables» (palabra de Urkullu) de los avalistas de Batasuna.
–Ve un escenario de elecciones anticipadas?
–Sí. Zapatero ya está llamando a los «indignados» para que no le desalojen de La Moncloa.
–Hablando de cosas menos duras: ¿su mujer ha sido menos mandona en este invierno político?
–¡Qué va! Entre el matriarcado vasco y que va todas las semanas a karate me tiene muy recto.
-Siendo cinturón negro de judo, usted tiene todas las de perder.
–Que tengan cuidadito los que me amenazan e insultan cuando paseo con ella y con mis hijas.
–¿Sus hijas siguen hablándole en euskera, para perfeccionar su acento?
–No, sólo me ayudan en los deberes. Para no pasar apuros, las tengo enfocadas en el inglés.
–¿Los políticos no caen un poco mal, porque se toman demasiado en serio?
–También caen mal los políticos porque mientras la gente tiene sus problemas algunos están en la Prehistoria. Creo que hay políticos que no se han enterado de que Franco se ha muerto.
–Si hubiera un «salsa rosa político», ¿quién sería la «pantoja»?
–Lo difícil no sería quién hiciera de Pantoja ni de Julián Muñoz, porque hay manos largas. Lo difícil sería hacer de Jorge Javier Vázquez. ¡No se lo deseo ni al periodista que más manía le tenga!
–¿Tiene barco?
–No, mientras no flote mi Skoda.
–¿Qué haría por tener una cita con Maribel Verdú? Aunque a ella le «pone» Rubalcaba.
–No contesto. La del karate lee LA RAZÓN.
–Chaves decía que uno de sus sueños era hacer un cameo. ¿Cuál sería su sueño friki?
–Ir vestido del Athletic al palco del Bernabéu.
–Por último, y en nombre de todas las lectoras: ¿ya ha aprendido a planchar?
–¡No sea machista!, en nombre también de los lectores.
Su maleta, además de poca ropa, va repleta de CD –«especialmente Melocos»– y libros que no tengan que ver con la política, «como las historias de terror». Su verano perfecto sería aquel en el que pudiera «olvidarme de todos, tomar mucho sol, pasar el tiempo junto al mar, comer paella y refrescarme con tinto de verano. Si puedo, también vería alguna peli de cine español y me fumaría algún purito de vez en cuando, antes de que me detengan».Adora los acantilados de Galea, pero para el verano repite el mismo escenario y con idéntica compañía: una playa escondida, junto a su mujer, sus hijas y sus hermanas.
✕
Accede a tu cuenta para comentar