Javier Cercas: «Me siento como una miss»

El galardón compensa así todos sus sufrimientos: «Mi intención era conjugar historia y literatura, algo en principio imposible, porque son conceptos antagónicos, pero los libros imposibles son los únicos que merece la pena escribir», dijo.

El proceso de escritura de la novela fue muy complejo y por su cabeza se le cruzaron mil ideas para llevarlo a cabo, incluso hacer una película documental. «En "Soldados de Salamina"tomé un episodio muy poco conocido de nuestro pasado, pero aquí era lo contrario, la imagen más famosa de nuestra historia. El 23-F fue el último gesto épico de la historia española. El libro cuenta la conquista de la democracia en España, que es lo contrario a la épica, es una mediocridad, una grisura que felizmente es para todos», aseguró.

El asesinato de Kennedy
En su opinión, el golpe de Estado de Tejero es para los españoles como el asesinato de Kennedy para los americanos: «El 23-F es como una gran ficción colectiva, con sus leyendas, medias verdades o directamente mentiras. Yo tenía que limitarme a hacer lo contrario, coserme a la realidad. En mi opinión, todo lo que sabemos es lo que ocurrió, no hay más enigmas detrás. Los grandes secretos siempre están a la vista de todo el mundo», señaló.

El escritor era un estudiante universitario aquellos días del mes de febrero. Llegó a casa a las 19:00 horas y su madre le contó lo que había pasado. Su primera reacción fue volver corriendo a la universidad, a pesar de los esfuerzos de su madre de retenerle. «No es que corriese para defender la democracia, es que en la universidad estaba la chica que me gustaba. Cuando llegué, me sorprendió ver que no había nadie. Se ha dicho que fue la sociedad quien consiguió defender la democracia, pero lo cierto es que nadie hizo nada, no hubo reacción ni protestas. La gente creía que la democracia era una panacea y haría rico a todo el mundo y había mucha decepción», dijo.


Crónica que es literatura
«Anatomía de un instante» no sólo ha funcionado desde el punto de vista de la crítica, sino que la respuesta popular también ha sido muy positiva. De momento, ya ha vendido más de 160.000 ejemplares y se ha traducido a lenguas como el francés y el italiano. «En España se ha leído el libro como si fuese una crónica, pero literatura y así se ha recibido en el extranjero», señala Cercas, quien lleva un año con su nueva novela.