Vitoria
«Mou» y los daños colaterales
La propuesta incoherente, precipitada, poco meditada y egoísta de la Federación Portuguesa de Fútbol a José Mourinho para que se hiciera cargo de los dos próximos compromisos de la selección ha dejado al técnico luso tocado: «triste» y malparado con los dirigentes, jugadores y afición madridista.
Se veía venir porque es como cuando una madre pregunta a quién quieres más, a ella o a tu mujer. Con una de las dos vas a quedar mal y si lo intentas arreglar, las dos se te encampanan. Así le ha ocurrido a Mourinho en la encrucijada entre el amor patrio y la fidelidad a quien le paga.
En San Mamés, Mourinho, en una televisión portuguesa, soltó la frase de la discordia. «No entiendo por qué el Real Madrid no me deja ir con Portugal, si aquí voy a estar de vacaciones con diez jugadores (los no internacionales)». Al ser preguntado, Valdano, el director general madridista, expresó no entender tal polémica cuando ni siquiera la Federación Portuguesa –que ayer confirmó la elección de Paulo Bento– había solicitado la celebración de una reunión para proponer formalmente el «préstamo» del técnico.
«Mou» se dio cuenta del malestar que sus palabras causaron e improvisó una conferencia de prensa en el aeropuerto de Vitoria a las dos de la madrugada. Pero, lejos de arreglarlo, lo lió más, pues no hizo referencia a su deber de entrenar a los no internacionales durante el parón liguero. «La periodista me dijo que no había habido reunión entre el Real Madrid y Portugal y yo le he dicho que no entiendo por qué no ha habido reunión. Valdano también me ha dicho que Portugal no ha pedido ninguna reunión. Lo que quería decir es que si la Federación Portuguesa está en Madrid, no entiendo por qué no la pide. No hay más historia. Soy honesto y reconozco que estoy triste por no poder dirigir a Portugal, pero no tengo derecho a pedir nada al Madrid. Me debo totalmente al Madrid y sé que es una situación difícil. Cuando informé al club, la directiva me dijo que esperarían a la reunión con la Federación. Pero yo le dije al presidente que al mínimo obstáculo no se haría. No quiero ninguna duda, por mínima que sea», quiso aclarar.
Sin embargo, sus jugadores le exculpan. A Granero, uno de los que se quedarán, las declaraciones del técnico «no» le han «molestado». «No quiso desprestigiarnos». También salió en defensa de Cristiano: «No tiene ansiedad, sino una enorme responsabilidad. Pero está más tranquilo que el año pasado».
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