Autopistas

Un grave riesgo por Elena de la Peña

La Razón
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La carretera, por mucho que algunos se empeñen en negarlo, es el modo de transporte más social. La carretera es accesibilidad, competitividad, eficiencia, intermodalidad, libertad, racionalidad económica, cohesión territorial y sostenibilidad en el más amplio sentido de la palabra (medioambiental, social y económico). Por carretera es transportado el 90 por ciento de los viajeros y el 87 por ciento de las mercancías del tráfico interior. ¿Es coherente una política de drástica reducción de la inversión en el modo de transporte mayoritariamente elegido por los ciudadanos y las empresas?

Pero, de manera recurrente en los últimos tiempos, la carretera no deja de sufrir recortes en construcción y conservación. ¿Estamos preparados para hacer frente a lo que esto supone? Supone un aumento del desempleo, un retroceso en el Producto Interior Bruto, un aumento en los tiempos de viaje y una consecuente pérdida de competitividad de nuestras empresas; la disminución de la accesibilidad en el territorio, la pérdida de oportunidades para una parte de la población española; la reducción en la recaudación fiscal y un largo etcétera. Y, en términos más sociales, una notable disminución en la calidad del servicio y un peligroso impacto en la seguridad vial. Ahora que conducimos mejor, ¿las carreteras van a ser peores porque no invertimos en su conservación?

En tiempos de crisis, es el momento de invertir en lo que es más necesario; no en grandes infraestructuras de alta velocidad ferroviaria que sólo utilizará un reducido grupo de ciudadanos, sino en la conservación de un patrimonio vario que es de todos los españoles, que ha costado mucho conseguir y que puede estar en grave riesgo por las últimas decisiones políticas. No olvidemos que la carretera es parte de nuestra vida.

 


Elena de la Peña
Subdirectora general técnica de la Asociación Española de la Carretera