La primera casa de Juan Pablo II

MADRID- A la hora del Ángelus, el Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, presidió ayer la Solemne Consagración del Altar, la bendición del templo y la Misa Pontifical con la que se inauguró la iglesia de Santa María la Blanca, en el PAU de Montecarmelo, que es la primera que se ha dedicado al Beato Juan Pablo II.

La parroquia, así como el colegio anejo Santa María la Blanca, nació fruto de la iniciativa del padre Luis de Lezama, que ha querido que las palabras del Beato –al que sirvió la comida en todas sus visitas a España a través de la Fundación Lezama– «Abrid las puertas a Cristo. No tengáis miedo», sean las que reciban a todos los feligreses de este nuevo barrio de la capital. Precisamente durante la última visita del pontífice a nuestro país, en 2004, el Papa se dirigió al padre Lezama y le dijo «Don Luis, no deje a los jóvenes».
Desde entonces, el sacerdote se dedicó a consagrar su vida a esta labor, primero a través de albergues para chavales con problemas de integración y después poniendo en pie el colegio y, ahora, la iglesia. «Una parroquia es una obra social y el cristianismo o es social o es una entelequia», consideró Lezama.

Un templo en 18 meses
La iglesia de Santa María la Blanca se ha logrado levantar en apenas 18 meses gracias a la iniciativa del padre Lezama. Pese a ser un templo moderno, diseñado por el arquitecto Naso González, con 600 butacas abatibles para los feligreses, el sacerdote ha querido acoger en su interior a una Virgen Blanca del siglo XV procedente de Navarra.