Nueva York
Alerta por la última moda: terapia psicológica con muñecos
Los especialistas están divididos respecto al uso de muñecos en parejas que han perdido a un bebé de forma prematura. También son utilizados por personas con demencia.
Vive en Oklahoma, tiene 57 años y está jubilada. Pero aún no ha superado la marcha de su hija, que murió de leucemia a los 7 años. Su recuerdo es ahora paliado por una muñeca hiperralista: «Me trae la paz a la mente cuando la llevo en mis brazos». Como muchos otros casos, ha acudido a esta particular «terapia» con reproducciones de bebés realizadas al detalle. Las figuras pesan cinco kilos, tienen cabello, venas, uñas y hasta saliva en la boca.
Los muñecos son una creación de Nikki Hunn, un diseñador gráfico británico que ahora se especializa en la fabricación de bebés recién nacidos. Muchas de estas recreaciones van a parar a manos de mujeres que han perdido un hijo, aunque la mayoría de sus clientes son simplemente coleccionistas.
Sin embargo, los psicólogos ya advierten de las contraindicaciones de acudir a estos muñecos para sustituir el recuerdo de un bebé fallecido. Otros médicos defienden su uso: «Podría ser útil como una herramienta física para ayudarles a llorar la pérdida de un hijo», dice un experto.
Ancianos con demencia
Eve Hasty, entrevistada por el diario «Le Quotidien», perdió a su hija y ahora en su memoria ha sido sustituida por una muñeca. «Yo sé que ella no enfermará y que no va a morir. No tendré esa presión nunca más», dice Eve.
Pero no sólo algunos padres están acudiendo a esta terapia, sino que los muñecos son vendidos también a personas de avanzada edad con demencia.
«La mayoría de las personas que he encontrado que los utilizan para sí mismos son personas que están solas o ancianos. Les proporcionan más consuelo a las personas mayores o con demencia que a quienes han perdido un hijo», asegura una vendedora.
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