Hollywood
Y la tercera en discordia con un polémico Colón
No se estrenará hasta diciembre e inaugurará la Seminci fuera de concurso. Pero la expectación ante el nuevo trabajo de Icíar Bollaín está servida. Junto a dos películas conocidos en nuestro país, «También la lluvia», podría colarse en la ceremonia de los Oscar. Desde luego, la historia tiene varios ingredientes para interesar a la audiencia de Hollywood. «Son tres películas en una», dice la realizadora sobre la cinta con guión de Paul Laverty.
La primera de ellas, histórica, «nos presenta a un Cristóbal Colón menos heroico al que estamos acostumbrados, un hombre que después de llegar a América se obsesionó por conseguir oro y castigó con violencia la resistencia indígena. Es una visión más realista de la colonización», explica Bollaín, quien también resalta la importancia histórica de Bartolomé de las Casas y Montesinos, «dos sacerdotes dominicos que fueron los primeros en defender a los indios.
"¿Acaso no son hombres?"se preguntaban», explica la realizadora, sorprendida de que «en el Museo de América español no se haga ninguna referencia a ellos mientras en el extranjero son considerados los primeros defensores de los derechos humanos», añade.
La historia se repite
La segunda película dentro de «También la lluvia» es el rodaje de la colonización, que tiene a Luis Tosar y Gael García Bernal como protagonistas. «Son dos cineastas que se van a rodar a Bolivia porque es más barato y hay más indígenas. No se trata de juzgar el mundo del cine, sino de reflexionar sobre su realidad», explica Bollaín. Pero pronto los protagonistas se verán envueltos en la idiosincrasia de la realidad boliviana y se verán obligados a implicarse en ella. «En Cochabamba, la localidad en la que ruedan, la población indígena comienza a mostrar su descontento por el proyecto de privatización del sistema de aguas por parte de una multinacional americana. 500 años después de la llegada de Colón, los indígenas tendrán que luchar, en esta ocasión, por el agua en lugar del oro», dice la realizadora sobre las revueltas que terminaron en la Guerra del Agua en abril de 2000.
El creador de esta historia es Paul Laverty, colaborador habitual de Ken Loach, «cuyo guión he respetado mucho. Él también me ha dejado a mí hacer mi película», asegura Bollaín, quien cree que ha conseguido «una historia muy universal. En el fondo, habla de la amistad, un concepto que se entiende en todos los sitios». La directora es consciente de que, al no estar estrenada, perderá el tirón de esta preselección, «pero, aunque ahora sea la mejor época, no hay tanto público para todos los filmes españoles que vienen. Merece la pena esperar». El 23 de octubre, en Valladolid, será la primera vez que la verá el público.
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