Asia

Tokio

Los emperadores de Japón visitan la devastada provincia de Fukushima

Los emperadores de Japón, Akihito y Michiko, visitaron hoy Fukushima, una de las tres provincias del noreste nipón devastadas por el tsunami y que fue también duramente golpeada por el accidente en su planta nuclear.

El viaje de los ancianos monarcas, de claro contenido simbólico, se produce justo cuando se cumplen dos meses del seísmo de 9 grados Richter del 11 de marzo, que desencadenó un devastador tsunami y una crisis nuclear en la planta Fukushima Daiichi que sigue abierta. Akihito, de 77 años, y Michiko, de 76, muy queridos en Japón, ya viajaron en semanas anteriores a Miyagi e Iwate, las otras provincias niponas asoladas por una catástrofe natural que se cobró cerca de 15.000 vidas y ha dejado 10.000 desaparecidos en todo el país, y que todavía mantiene a 117.000 personas fuera de sus hogares.


Hoy, los emperadores visitaron la ciudad de Fukushima, a unos 62 kilómetros de la planta nuclear y donde fueron informados por el gobernador, Yuhei Sato, de la situación en la provincia, donde hay más de 80.000 desplazados por la crisis y los agricultores han sufrido graves pérdidas económicas por temor a las radiaciones.


A su llegada al aeropuerto, fueron recibidos por un grupo de personas que los saludaron mientras bajaban del avión, vestidos de forma menos formal que de costumbre -el emperador con cazadora y pantalón gris y la emperatriz con un sencillo traje en tonos claros-, informó la cadena NHK. Posteriormente viajaron en helicóptero a la localidad de Soma, en la provincia de Fukushima, para visitar un refugio temporal y animar a las víctimas, con las que charlaron de rodillas, como han hecho en otras visitas anteriores.


Está previsto que los ancianos monarcas se desplacen también a la zona costera de la provincia para observar los daños causados por el tsunami y que regresen esta misma noche a Tokio en el avión militar. La familia real japonesa ha estado desde el comienzo de la crisis muy involucrada en la atención a los damnificados por el terremoto y tsunami.


Esta fue la quinta visita de Akihito y Michiko a la zona devastada por el desastre mientras su hijo y heredero, el príncipe Naruhito, acompañado por su esposa Masako, también se han desplazado a refugios en días pasados. Cinco días después del seísmo, el emperador se dirigió a los japoneses en el primer mensaje por televisión de sus 22 años de reinado para pedirles que resistan y se ayuden unos a otros con el fin de superar la peor crisis del país desde la II Guerra Mundial.