Bruselas

Rubalcaba no pediría el rescate porque daña la «Marca España»

Afirma que no le asusta «el término "federal"» y aboga por hablar con Cataluña

Rubalcaba en la entrevista emitida por TVE
Rubalcaba en la entrevista emitida por TVElarazon

MADRID-Una semana después de la entrevista al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, TVE 1 sentó ayer a Alfredo Pérez Rubalcaba para someterse al interrogatorio de los representantes de los periódicos con más peso del país. El candidato socialista abordó la política de ajuste del Gobierno, el problema de la soberanía catalana, el inminente «otoño caliente» y las próximas elecciones gallegas y vascas. Algunas cosas quedaron en el tintero; no adelantó si apoyará la próxima huelga general de los sindicatos contra el Gobierno, ni precisó si una posible imputación de Griñán significaría su destitución. Una convicción: él no pediría el rescate.
 

POLÍTICA ECONÓMICA
El secretario general del PSOE insistió ayer en lo que lleva diciendo desde que al Gobierno de Rajoy se le concediera la ayuda financiera: él no pediría el rescate. El motivo: afectará a la Marca España. Asimismo, Rubalcaba aseguró que implicaría una «condicionalidad» en forma de recortes sociales, y que España correría el riesgo de perder soberanía. Tras criticar que la política de Rajoy va en la dirección equivocada, ya que si él para pagar el desempleo tuviera que incurrir en el déficit, «Créeme que lo haría», reconoció que el gobierno del que él «formó parte» tuvo «mucha responsabilidad» en la gestión de la crisis, pero hasta el pasado diciembre, y que un «sustrato» de lo sucedido tiene origen en su tiempo de gobierno y que «no supimos resolver». Y precisó: «Por eso los ciudadanos nos mandaron a la oposición». Por otro lado, reconoció que debe haber ajustes, pero que sean «justos» y se combinen con planes de crecimiento. Se mostró además convencido de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, romperá el acuerdo sobre las pensiones para acelerar el calendario de ampliación de la edad de jubilación a los 67 años y la transición hacia el cómputo de toda la vida laboral para calcular la pensión. Respecto al endeudamiento de las comunidades autónomas, el líder socialista llegó a afirmar que su Gobierno dejó las cuentas de las comunidades «saneadas», y que éstas no gastaron más, sino que ingresaron menos. Por último, pidió al Gobierno combatir el déficit con un calendario razonable, ya que calificó el impueso por Bruselas de «imposible». Por lo que abogó por una reforma fiscal «en profundidad» como alternativa al retroceso social impuesto por el Gobierno para intentar cuadrar las cuentas.
 
MODELO FEDERAL
«No me asusta el término "federal"», sentenció Rubalcaba, en relación al término al que apelan los socialistas catalanes para resolver el descontento expresado por Cataluña. El líder socialista aseguró que Cataluña y España «están mejor juntas», por lo que arremetió contra Mas y Rajoy, sintiendo incomprensión por no haber tratado el asunto de la soberanía catalana, habiendo tenido, según el líder socialista, un concierto claro en los ajustes económicos. Dicho esto, a Rajoy le pidió diálogo y que aclare si está dispuesto a «respetar lo que es Cataluña» o si pretende una nueva «campaña» contra esa comunidad. Y, a Mas, si pretende dialogar «para mejorar la convivenia o para organizar el divorcio». Aseguró que una comunidad autónoma es «lo más parecido» a un «land» alemán pero le faltan «algunos instrumentos» para fijar las posiciones de conjunto, como podría ser un Senado con peso de los territorios. Rubalcaba se mostró contrario a negociar un pacto fiscal, pero sí a negociar la financiación cuyo plazo se termina en 2013.

«OTOÑO CALIENTE»
¿Apoyaría Rubalcaba una huelga general contra el Gobierno? La respuesta quedó en el aire. Si Rubalcaba dejó claro que su partido está de acuerdo con un cambio de política económica, el líder de la oposición zanjó su posible participación con un «ya veremos», y alegó no conocer todavía la futura actuación sindical. «Cuando la gente pide más protección el Gobierno se lo quita», aseguró. Y tachó al Ejecutivo de gobernar con arrogancia, adoptando reformas como la laboral que van contra los intereses de los ciduadanos.

EL 21-0
Para Rubalcaba, el que Núñez Feijóo gane los próximos comicios es dar «barra libre» a las políticas de Rajoy, y quitó importancia a lo que se juega su partido. «Yo no me presento». Respecto a los comicios en el País Vasco, elogió el trabajo de Patxi López como lendakari, asegurando que sin él «las cosas hubieran sido más difíciles». Y recordó los «tres retos» a los que se enfrentó cuando llegó al Gobierno, como la falta de libertad y los problemas de convivencia que él ha sabido superar. «Misión cumplida», concluyó.

FUTURO CANDIDATO
Preguntado dos veces sobre si se plantea volver a ser el candidato a presidente del Gobierno en las elecciones generales, Rubalcaba esquivó en ambas ocasiones la respuesta, asegurando que en este momento no se lo plantea, ya que su misión hoy por hoy es ser el líder de la oposición y centrarse en resolver los problemas que afectan a los ciudadanos por la crisis económica.


LOS DETALLES
Sorprendido por el adiós de Esperanza Aguirre

Rubalcaba reconoció que le había sorprendido el adiós de Esperanza Aguirre, aunque reconoció que «había rumores» que apuntaban a una salida de la política de la presidenta madrileña, a quien le deseó que «todo le vaya bien».
Apoyo incondicional a Blanco y Griñán
A Rubalcaba se le planteó que, si Griñán resultara imputado judicialmente se permitiría que continuara en la comunidad. No se lo plantea. Y, respecto a que José Blanco, esté imputado y en listas electorales, Rubalcaba cree en «su inocencia».