Pumpido rectifica y Bono dice que ETA no existiría con más ganas de haberla derrotado

MADRID- Según se acercan las elecciones, el Gobierno insiste en transmitir el mensaje de que el fin de ETA está a la vuelta de la esquina. Ayer dio un paso más en esta línea. El ministro portavoz, José Blanco, presentó al candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, como el único artífice, en su calidad de ministro del Interior, de este logro. Por eso prometió que el candidato sabrá hacer lo mismo con el paro, si gana el 20-N. Así, durante su intervención en un desayuno organizado por Europa Press, resaltó el papel de Rubalcaba en Interior y eclipsó deliberadamente el de vicepresidente primero y, por ende, «número dos» del Gabinete de Zapatero casi durante ocho años. Un día antes, el presidente, más generoso que su portavoz, reivindicó el éxito del final de ETA para todos los gobiernos democráticos y, por supuesto, para el suyo. La opinión de Blanco sobre Rubalcaba y el fin de ETA topó ayer de bruces con la del presidente del Congreso. José Bono advirtió de que la banda ya no existiría si el PP y el PSOE hubieran tenido «más ganas» de derrotarla que de ganar las elecciones. Bono admitió la falta de «valentía» de los dos principales partidos para enfrentarse a los terroristas y recordó que tanto los dirigentes de Bildu como los de Sortu son «cómplices» de los asesinatos que se han cometido.

Mientras, el fiscal general del Estado rectificó su declaración sobre la nota de los presos etarras, que tachó de «vergüenza». Cándido Conde-Pumpido negó pensar lo contrario que el presidente, que consideró el comunicado «un paso significativo». Matizó que sólo cree «una vergüenza que pongan condiciones».