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Bruselas
La Unión Europea da ahora tres meses a España para negociar con Cuba
El empeño personal de Moratinos, flexibilizar la relación con La Habana, recibió ayer un balón de oxígeno.

LUXEMBURGO- El ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, no escondía ayer su satisfacción tras conseguir, con el tiempo casi cumplido de la Presidencia española, algo más de margen para conquistar la prioridad que con más ahínco ha defendido durante este semestre: el levantamiento de la posición común que mantiene la UE con Cuba. Los cancilleres de los Veintisiete, reunidos ayer en Luxemburgo, dieron tres meses a España para continuar negociando con las autoridades cubanas, gracias a la «nueva situación» que se ha abierto en la isla. La muerte del preso Orlando Zapata el pasado febrero en huelga de hambre dejó reducida casi a cero cualquier posibilidad de eliminar la posición común de la UE, que impulsó el Ejecutivo de Jose María Aznar en 1996, y que condiciona las relaciones con el régimen castrista a una mejora de la situación de los derechos humanos entre los cubanos. La liberación reciente de un preso del «grupo de los 75», prisioneros detenidos en 2003, que provocó entonces la imposición de sanciones de la UE a la isla, y la promesa de levantar las presiones sobre el grupo de familiares de encarcelados, las Damas de Blanco, no han dado el crédito suficiente a Moratinos para convencer a sus colegas europeos para terminar con la posición común, que ayer pasó por su revisión anual de junio. Sin embargo, estos pasos, resultado del proceso de negociación abierto por la Iglesia Católica cubana con el régimen comunista, sí dio alas a su cambio de estrategia y convencer así a los Veintisiete para «darnos un tiempo razonable» antes de decidir si mantenemos la posición europea otros doce meses. La Unión premió ayer a Moratinos con este «mandato» para negociar hasta septiembre con las autoridades cubanas y con la Iglesia, y explorar así si el esfuerzo aperturista cubano va esta vez más allá de la retórica. Tras el verano, en función del avance de la situación en derechos humanos en Cuba, la UE podría plantearse el cambio de esta posición común por otro tipo de asociación.«Avances significativos»Moratinos, que se reunió el pasado jueves con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, en París, se mostró además «convencido» de que en este tiempo se producirán acontecimientos para justificar el cambio de la situación actual, que siempre ha criticado por ser Cuba el único país al que la Unión impone una relación condicionada. «Esto es importante», concluyó confiado en que el régimen va a moverse en los próximos días.El resto de países respaldó con su voto de confianza el proceso abierto en Cuba y, sin establecer líneas rojas para abrir una nueva etapa en la relación entre La Habana y Bruselas, sí piden «avances significativos», según resumió un portavoz polaco. Polonia, junto con la República Checa, Alemania, Francia o Suecia, es uno de los países más reacios al levantamiento.
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