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Mató a sus padres y ahora cobra por ser huérfano

Un parricida de Valencia cobra una pensión de 687 euros al mes

Mató a sus padres y ahora cobra por ser huérfano
Mató a sus padres y ahora cobra por ser huérfanolarazon

MADRID- Manuel García Luján acabó con la vida de sus padres en enero de 2009 y lleva desde entonces cobrando una pensión de orfandad de 687,78 euros mensuales de la Seguridad Social. Aunque a priori pueda parecer una broma de mal gusto, no lo es. Un resquicio legal permite que el parricida, de 34 años, cobre todos los meses una prestación por un delito que él mismo causó.
A pesar de lo absurdo de la situación, la normativa del Ministerio de Empleo y Seguridad Social por la que se rigen las pensiones sólo especifica que pueden ser beneficiarios de la prestación de orfandad «los hijos menores de 21 años, o aquellos que tengan reducida su capacidad de trabajo en un porcentaje valorado en grado de incapacidad permanente absoluta o gran invalidez», independientemente de si fueron los hijos los causantes del fallecimiento de sus progenitores.
El doble crimen se produjo el 23 de enero de 2009 en el domicilio familiar del barrio valenciano de Fuente de San Luis, donde el asesino convivía con sus padres. Minutos antes de las ocho de la mañana, Manuel García salió a la calle aturdido, ensangrentado y semidesnudo, lo que motivó que los vecinos diesen aviso a la Policía. Según explicó en el juicio, el parricida se levantó de la cama al «escuchar unas voces que le indicaban lo que tenía que hacer». Tras romper una televisión y un espejo del baño con un bate de béisbol que tenía en su habitación, se dirigió a la habitación donde se encontraba su madre, Bibiana, a la que golpeó con el bate para después «aplastarle la cabeza» con el televisor. Luego persiguió por la vivienda a su padre, al que fracturó la cabeza con el mismo bate.
«Impulso esquizofrénico»
El acusado, que resultó absuelto de los dos homicidios al entender el jurado que actuó «presa de un impulso de tipo esquizofrénico» y al aplicársele la eximente de enajenación mental, fue internado en el centro psiquiátrico de Fontcalent por un plazo máximo de veinte años. No obstante, y pese a padecer un trastorno mental, fue el propio asesino quien solicitó la pensión de orfandad. A pesar de percibir desde hace casi tres años 687 euros mensuales, García Luján no ha pagado a su hermana la indemnización de 300.000 euros a la que fue condenado por matar a sus padres.
Este caso no es el único de estas características que se ha conocido en los últimos tiempos en nuestro país. El pasado mes de diciembre salían a la luz dos casos de personas que estaban cobrando pensiones por delitos que ellos mismos habían cometido. Nemesio Antonio Pisonero, de Orense, fue condenado a 26 años de cárcel por matar de varios disparos a su mujer y a su hijo, pese a lo que cobraba 2.400 euros mensuales, fruto de la suma de la pensión de viudedad y de su jubilación. Llorenç Morall, de Gerona, cobraba una pensión de viudedad de 592 euros al mes, a pesar de haber matado a su esposa en 2005.


Un año de alejamiento por pegar a su hija
La Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a una madre a 33 días de trabajos en beneficio de la comunidad y a no acercarse a su hija de 13 años durante un año por haberle causado varias lesiones durante la pelea que siguió a una discusión. Madre e hija se «enzarzaron» propinándose «golpes, arañazos y estirones de pelo» hasta que intervino una vecina para separarlas, después de que la menor se negase a lavarse los pies antes de ponerlos encima de la mesa.