Actualidad

Sea Shepherd obstruye a un ballenero nipón por primera vez en la temporada

El grupo ecologista Sea Shepherd ha logrado obstruir las actividades de un ballenero japonés en el Océano Antártico por primera vez en la presente temporada de caza de cetáceos, informó hoy la Agencia de Pesca nipona.

Dos botes pertenecientes al Bob Barker, una de las tres naves del grupo destinadas a boicotear esta temporada a los navíos nipones, cruzaron ayer miércoles más de una treintena de veces frente a la proa del Yushin Maru unidos por cables de remolque, con la intención de impedir su correcta navegación.

El barco japonés, uno de los que se dedican a la llamada "caza científica de ballenas", disparó un cañón de agua a las embarcaciones como advertencia, según informó la agencia, dependiente del Ministerio de Agricultura nipón.

Se trata de la primera obstrucción fructífera por parte de Sea Shepherd después de que uno de sus tres barcos destinados a la zona, el Brigitte Bardot, quedara inutilizado hace pocos días debido al fuerte oleaje.

En 2011, el país asiático suspendió dos meses antes de lo previsto la pesca de cetáceos en el Océano Antártico debido al acoso de Sea Shepherd, que en los últimos años ha llevado a cabo abordajes, lanzamiento de ácidos corrosivos o encadenamientos de sus activistas a los balleneros nipones. Por ello, este año Japón anunció que buques de la Agencia de Pesca protegerían a sus balleneros.

Por su parte, la organización indicó que este año emprenderá en las aguas de la Antártida una de las más intensas campañas de acoso a los balleneros japoneses con el fin de arruinar la temporada de caza de cetáceos y lograr su suspensión.

Japón decidió abandonar la caza de ballenas en 1986 por una moratoria internacional, aunque la retomó en 1987 tras alegar motivos científicos y comenzó a efectuar expediciones a la Antártida en nombre del Instituto de Investigación de Cetáceos.

La caza de ballenas ha reportado a Japón múltiples críticas en todo el mundo e incluso una denuncia de Australia ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, al considerar que el motivo de la pesca es exclusivamente comercial.