De profesión «mulero»

Madrid- Ser «mulero» o correo humano de la droga ha sido durante meses una manera de obtener ingresos ilegales para centenares de personas que se prestaban a transportar en su cuerpo hachís entre Marruecos y España a cambio de dinero. En esta ocasión, el líder de una red de tráfico de drogas actuaba como «jefe de recursos humanos» de lo que venía siendo en la práctica una agencia de colocación de «muleros», ya que el cabecilla era el que se encargaba personalmente recibir las «solicitudes de empleo» de los correos humanos y autorizarlas.
La organización contaba con personal en Marruecos que se encargaba de suministrar la droga a los correos humanos. Éstos sólo tenían que transportar las bellotas del estupefaciente en el interior de su cuerpo hasta España. Incluso algunos de ellos llegaron a utilizar a sus hijos menores de edad para lograr pasar más desapercibidos. Los encargados de recibir a los «pasadores» se ocupaban de guiarles hasta los pisos de la organización, dónde esperaban a que expulsaran el hachís y pagaban por el servicio realizado. Algunos llegaban a hacer hasta más de un viaje al año para incrementar sus beneficios.

Cuatro toneladas de droga
De hecho, la Policía calcula que casi un centenar de correos humanos pasaban cada mes por las viviendas de la organización para depositar la droga. A su vez, ésta contaba con una importante red de distribución y venta que surtía de droga a compradores habituales y a pequeños camellos y consumidores.
Tras nueve meses de investigación, la Policía ha logrado desmantelar la organización, que disponía de varias viviendas en Sevilla, donde se hacía el reclutamiento de los «muleros».
Durante la operación han sido detenidas 20 personas, 7 miembros de la estructura principal de la organización en España y 13 correos humanos sorprendidos in fraganti en el interior de los pisos. Además, se registraron 7 viviendas, todas en Sevilla, donde la Policía se incautó de 1.836 bellotas de hachís, 4.785 euros en efectivo y varios ordenadores. Los agentes estiman que la organización pudo haber introducido en España cuatro toneladas de droga.