«JKK678» último vuelo desde Barcelona

La flamante Terminal 1 del aeropuerto de El Prat vivió el funeral de Spanair con una calma tensa. Las cámaras de televisión, los flashes de los fotógrafos y las preguntas de los periodistas fueron los únicos que alertaron a los viajeros de Spanair de que algo podía alterar la normalidad de su vuelo. «No sabemos nada, mi vuelo sale con normalidad», comentaba José Antonio, de 38 años, que tomaba un vuelo a media tarde con destino Madrid. «Nosotras tenemos ya la tarjeta de embarque y hemos facturado las maletas», añadía María Eguren y Silvia Delgado, que cogían un avión hacia Bilbao y Asturias, respectivamente, a las 20:25 horas. En la cola de facturación, una treintena de pasajeros esperaban tranquilos su turno, mientras los trabajadores de la compañía aérea cumplían con su trabajo con cierta preocupación en sus rostros.La inquietud creció cuando en las ventanillas informaron de que no ofrecían billetes más allá del día de ayer. Pero no fue hasta pasadas las 19:30 horas cuando el rumor empezó a extenderse. A las ocho de la tarde, en las pantallas aparecía el primer vuelo cancelado. En ese momento, Nieves Pasqual, directiva de La Caixa, se planteaba alquilar un coche para llegar a Alicante. Finalmente, su vuelo, el JKK678 partió a las 21:45 horas. Fue la despedida de Spanair desde Barcelona. Uno de los pasajeros del último vuelo operado en Barajas no tuvo tanta suerte. «Tenía que continuar a Valencia y ahora me quedaré aquí a pasar la noche y mañana me buscaré la vida, porque no me dan ni hotel ni otro pasaje ni nada», manifestó este afectado.