Mas alienta la desobediencia de las autonomías por la «deslealtad» de Rajoy

Barcelona- En el año y medio que lleva al frente del Govern, Artur Mas nunca se había mostrado en público tan molesto como ayer. Más que molesto, irritado e incluso en algún momento enojado, sobre todo, cuando la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, le reprochó, durante la sesión de control, que no respalde los últimos recortes de Mariano Rajoy.

Mas no disimuló su enfado con la decisión del Gobierno de no compartir con las Comunidades Autónomas el margen adicional de un punto de déficit que le ha concedido Bruselas. «A las autonomías se nos pide el doble y el Gobierno hace la mitad. ¡Fantástico! ¿Y encima lo tenemos que aplaudir? A esto decimos que no, nos plantamos y debería plantarse todo el sistema autonómico con Rajoy porque esto es un acto de deslealtad total», respondió a Sánchez-Camacho. El president de la Generalitat esperaba que el PP le echara en cara que se haya desmarcado de los últimos ajustes anunciados por el Gobierno y venía de casa con la defensa preparada.

Alegó que no entiende por qué a las autonomías se les exige que hagan un ajuste del 64 por ciento, cuando son responsables del 35 por ciento del gasto estatal. Mientras que el Estado, que genera el 52 por ciento del gasto, sólo se aplica el 31 por ciento del recorte.

Oferta de armisticio
Tal y como avanzó un día antes el portavoz del Govern, Francesc Homs, el president confirmó que la «deslealtad» del Gobierno con las autonomías empujará a la Generalitat a hacer más recortes en materias tan sensibles como la sanidad, la educación y las políticas sociales. PSC e ICV reprocharon a Mas que recorte en Cataluña y critique las medidas del PP.

El pulso que promociona Mas, por ahora, sólo es en los tribunales. El Govern recurrirá ante Constitucional los últimos ajustes de Rajoy. Por ahora, las únicas autonomías que han desafiado al Gobierno, además de Cataluña, son Asturias, Andalucía y el País Vasco, las únicas que no están gobernadas por los populares. Sin embargo, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, Extremadura y Galicia, gobernadas por el PP, expresaron su disgusto con la decisión del Gobierno de rebajar el objetivo de déficit de las autonomías del 1,1 al 0,7 por ciento.

En un intento de rebajar la tensión, a una semana de votarse la propuesta catalana del pacto fiscal en el Parlament, dentro del hemiciclo, Sánchez-Camacho, instó a Mas a aparcar la confrontación. Recordó que hasta ahora los populares han ayudado al desarrollo del debate –si no hay cambios se abstendrá para facilitar la negociación con Rajoy–. Y fuera del hemiciclo, le pidió una reunión bilateral.

«Mamá, ¿Artur Mas manda más que Rajoy?»
La anécdota de ayer fue sin duda la sonrisa que el hijo de Alicia Sánchez-Camacho arrancó al president. Manuel estaba de visita en el Parlament con otros niños del campamento de inglés y la presidenta del PP catalán pidió personalmente a Mas que pasara a saludar al grupo. El president, que se había cruzado duros reproches dentro del hemiciclo con Sánchez-Camacho, aparcó por un momento los dolores de cabeza que le da este trabajo y se acercó a charlar con los escolares. Antes, la presidenta del PP catalán había explicado a su hijo que «Mas es como Rajoy pero en Cataluña» a lo que Manuel le preguntó que «¿quién manda más?». «Pregúntaselo tú», le animó.